Ya están en la recta final. Queda apenas un puñado de ritmos para danzar en la pista (entre ellos el cuarteto, el cuarto giratorio y la salsa acrobática) y varios candidatos a abandonar el concurso (el viernes se va otro). Pero antes, los 9 que a fuerza de talento, carisma o ¿suerte? resisten en Bailando por un sueño hicieron un portfolio de promoción bastante divertido, donde cada pareja se caracterizó según el valor que mostró a lo largo del certamen, a decir de la Productora, claro.

Dos de los más exitosos productos de la factoría Tinelli, Pedro Alfonso encarnó la sencillez, onda campestre; mientras que Tito Speranza aludió a la ternura, abrazando con sus músculos un oso de peluche. Como era de esperar, Cinthia Fernández fue pura juventud y dinamismo; y Silvina Escudero, quemó las cámaras con su cuerpo pintado. Con una producción a todo trapo, fue el gustito que se dieron los bailarines antes de partir.