Fueron 6 minutos intensos, enérgicos; una demostración de destreza y pasión. La Huella malambo cumplió su sueño de actuar en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín, el público los aplaudió de pie y los jóvenes artistas no pudieron ocultar su emoción por la meta conseguida. Justo a las 2 de la madrugada de ayer, los locutores anunciaron al octeto mendocino, que ganó su pase al gran escenario tras ganar su rubro en el Pre Cosquín en representación de la sede San Juan. Impecables, con sus trajes y sombreros, los bailarines presentaron un malambo combinado norteño; el mismo con el que ganaron la semana pasada en una peleada final, algo que los conductores remarcaron al presentarlos. En escena los acompañaron los músicos Jonathan Almirón, Mauricio Manrique y Adrián y Germán Aciar (que además son sus profes de malambo).


"Estuvieron excelentes, son los más parejos en igualdad técnica y presencia escénica, que es muy difícil de lograr. Sólo hicieron mínimas modificaciones estructurales del malambo de competencia, cambiando la salida por ser un show más corto; hasta con tonada de por medio para que Cuyo estuviera presente", comentó a DIARIO DE CUYO el reconocido malambista sanjuanino Juan Peletier -ganador también en Cosquín con El Malón en 2006- quien fue el preparador del conjunto y en el Pre Cosquín los acompañó como músico, aunque por razones laborales no pudo viajar para esta actuación. Desde San Juan trató de allanarles el camino en lo administrativo y de guiarlos en cómo manejarse en el Festival. Luego se sentó a verlos por televisión y no pudo evitar emocionarse también con la respuesta del público. "La plaza se puso de pie, la gente los ovacionó", contó feliz.

Talento. El conjunto de malambo La Huella actuó en Cosquín y la Plaza Próspero Molina los recompensó.


La Huella hace tiempo que buscaba atravesar la barrera del Pre Cosquín. El año pasado -también por San Juan- se quedaron en la final. Esta vez, lograron su objetivo y lo que más los impactó fue la conexión que lograron con la gente, que se mostró encantada con lo que acababa de ver. Algunos hasta pidieron "¡otra!".


"Fue hermoso. Nos llevamos en la retina la imagen de la Próspero Molina de pie. Fue increíble. Estamos muy contentos por cómo salió el malambo, por cómo respondió la plaza con nosotros... Felices y agradecidos. Con lágrimas de emoción todo el tiempo", comentó Iaco Giorlando, uno de los malambistas. Para Ema López este es el final de una etapa, el de las competencias. "Soñábamos llegar a este momento, después de tanto sacrificio y entrega con mis compañeros. El reconocimiento de la gente es el reconocimiento más grande que un artista pueda tener. A partir de ahora esperamos que vengan muchos malambos más, pero más relajados, con mucho disfrute", opinó.


Después de la actuación, los bailarines recibieron las plaquetas que los distinguen como ganadores del Pre Cosquín. Estaban sonrientes, se abrazaban con emoción y le devolvieron el aplauso a la gente, muy agradecidos.


"No es fácil llegar a Cosquín" y más aún con el malambo, coincidieron todos, exultantes, dejando atrás el sabor amargo que les generaron los cuestionamientos surgidos -por esa eterna rivalidad Mendoza-San Juan- luego de ganar su lugar en la delegación local de Pre-Cosquín.


Más allá de toda polémica, si algo quedó claro es que a estos jóvenes Cosquín les queda bien. La Huella supo trazar el camino y llegar a destino.