La pandemia no da respiro. Nadie sabe cuándo terminará y si se recuperará cierta "normalidad" que había antes de 2020. Así como a todas las disciplinas artísticas, esta situación afectó profundamente a las orquestas sinfónicas y coros de todo el mundo. Pero en medio de todo este desaguisado, el maestro Emmanuel Siffert no se resignó. La imposibilidad de ensayar con la Orquesta Sinfónica de la UNSJ -que dirige-, el confinamiento y las pocas alternativas para tener un horizonte más o menos organizado en el trabajo cotidiano, fueron factores que lo obligaron a cambiar la rutina. Dejó por varios meses la batuta y retomó el violín. Y con intacta necesidad de exploración y de búsqueda musical, hizo un meticuloso estudio de obras de compositores de su preferencia, entre las cuales eligió de manera especial las partituras de un autor y músico sanjuanino, Miguel Ángel Sugo. Las preparó y las grabó en la misma sala del Auditorio Juan Victoria el año pasado. Después de un extenso proceso de edición y posproducción, el trabajo quedó terminado y pulido. Hoy, la pieza "Sotiksom" para violín solo; junto a otras seis pistas, conforman el nuevo álbum solista de Siffert, denominado precisamente "De la batuta al violín", que está en línea a través de una productora discográfica europea VDE-Gallo. Esta obra de proyección internacional, cuenta además con el acompañamiento instrumental de la guitarra de Rolando García Gómez -responsable del Auditorio- y el soporte técnico sonoro de Javier Domínguez, quien se encarga de realizar las grabaciones para la Sinfónica de la UNSJ. 


Luego de casi 20 años de actividad profesional como director de orquesta, el reencuentro con el instrumento de cuerdas con el que estudió la mayor parte de su vida, fue un hecho que lo entusiasmó: "Cuando la orquesta no pudo trabajar en marzo de 2020, se me ocurrió la idea de utilizar el tiempo de ensayo que se había cancelado para volver a practicar el violín. Durante las últimas 2 décadas, solía tocar el violín sólo para ayudarme a estudiar partituras. Practicando escalas y ejercicios durante siete meses, resultó esta grabación para violín solo. Esto fue como una verdadera terapia, puesto que sentía mucha angustia y frustración por no poder ensayar con la orquesta ante esta pandemia. No tocar con los músicos me deprimía y para enfrentarlo, me puse a tocar en la sala. Es una gran satisfacción volver a tocar en un nivel aceptable", manifestó Emmanuel en diálogo con DIARIO DE CUYO.


Por otro lado, fue también una tarea de investigación intensa. Al descubrir la obra de Sugo, de inmediato se comunicó con él y le pidió permiso para interpretarla. Sugo aceptó y sin más trámite se puso a ejecutarla y a grabarla en la sala. Por si fuera poco, a García Gómez le consultó si le parecía realizar un acompañamiento con guitarra criolla para la otra pieza titulada "Preludio de los Adiós", del autor venezolano Alfonso Montes y por supuesto fue otro rotundo sí; y no tardaron en congeniar para hacer juntos dicha obra. "Miguel es un excelente compositor y ha tocado muchos años en la orquesta, es un gran sanjuanino, como también Rolando. Siempre fui y soy abierto a las colaboraciones. Trabajar con ellos fue una muy linda coincidencia", afirmó el maestro suizo, quien seguiría al frente de la Orquesta de la UNSJ, según afirmaron desde su entorno, pese a que a principios de este año trascendió que podría dejar el cargo (ver la edición de Diario de Cuyo de 28 de marzo de 2021). Además, agregó que "tocar en la sala, con toda su acústica magnífica, es un verdadero privilegio".


Por su parte, Miguel Ángel Sugo, quien además de ser compositor (perfeccionado en Alemania a través de una beca del Instituto Goethe) es docente y violinista, expresó también su satisfacción con la idea, ya que "lo importante para un compositor, es compartir su obra creada". "Todo comenzó en plena pandemia. Él tomó la iniciativa. Con el encierro, estaba tan inquieto que quería hacer algo, y como ha sido un buen violinista antes de ser director, se le ocurrió hacer este proyecto de distintas épocas y compositores. Dentro del listado de los sudamericanos, caí yo (NdeR ríe al mencionarlo). Le dije 'Fijate, si te gusta la hacés'. Y la hizo. Quedó impresionado", contó la anécdota con alegría.


"Me deja una gran satisfacción, cuando otro interpreta una obra, deja de ser propia y éste es el sentido. Estamos en un mundo donde el único valor es la guita, la avaricia y lo financiero por encima de la producción o de la industria. Como todo eso reina, yo prefiero ir por otro lado. Una de las cosas más elevadas que puede crear la mente humana, es el arte y la cultura. Entonces para mí es un milagro que suceda esto", manifestó el compositor sanjuanino. 


Cuando estas grabaciones llegaron a la productora discográfica, el círculo quedó completo; y las repercusiones no se hicieron esperar luego del reciente lanzamiento. "Me dijo Emmanuel que hay violinistas de Inglaterra y otros países que quieren interpretar la partitura, hay muchos interesados. Es un regalo inesperado", agregó Sugo sobre esta producción, que resultó en un producto cultural de jerarquía, desde San Juan para el mundo.

  • Sobre Sotiksom

 

La pieza lleva como título un anagrama de la palabra mosquitos. El concepto reside que en determinadas noches, dentro de la mente del compositor, ocurre una sucesión de intervenciones, sueños imposibles, ideas perturbadoras, quimeras, miedos; estados muy molestos, como el tan desagradable zumbido de un mosquito en las noches de insomnio. El álbum -cuya salida Siffert anunció en sus redes- se completa con obras de Alexandre Ropicquet, Giovanni Ocio y Eugène Ysäe.



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