Qué no hicieron las familias de esos pequeños de Valle Fértil para poder cumplir su sueño: viajar a Córdoba y competir en el concurrido Encuentro y Campeonato de Coreografías. Para la mayoría sería su primera salida de la provincia (y del departamento incluso para algunos) y el entusiasmo les dio el envión para organizar rifas, funciones de cine, shows a la gorra y venta de productos de repostería, entre otras tantas cosas, contagiando su entusiasmo a pueblo. Es que el dinero no alcanzaba y era bastante lo que tenían que cubrir, desde los gastos del colectivo hasta los trajes, que hábilmente reciclaron y cosieron en casa; también las botas que los pequeños gauchos -acostumbrados a zapatear de zapatillas- se calzaron por primera vez para la ocasión, gracias al esfuerzo de sus padres. Finalmente, codo a codo con Verónica Ceballes y Julio Rivero -al frente de Ayekantun, la academia a la que asisten y que organizó la movida- lograron el objetivo. ¡Y más! El fin de semana pasado, la joven embajada local -integrada por 32 niños y niñas de entre 4 y 10 años- se midió con sus pares del país en folclore y otros ritmos, que estuvieron preparando desde abril. 


"Ganamos como Academia Revelación y los profes, una beca como mejores profesores preparadores", comentó a DIARIO DE CUYO Ceballes, oriunda de La Docta y que hace tiempo se radicó en Valle Fértil, la tierra de su marido, donde ambos continúan su pasión por las danzas. 

"Cada niño se trajo su medalla y su certificado. Fue tanta emoción para ellos... Todavía estamos con la adrenalina encima", expresó también conmovida Ceballes, quien contó que hasta les hicieron notas en medios cordobeses. 


"Ya subir al colectivo grande para los niños fue una experiencia súper linda. Cada uno iba con su mamá y es muy lindo eso también, sentir el apoyo de los padres en este camino de la danza", marcó Verónica, quien comentó que con lo recaudado pudieron pagar traslado, hospedaje y comida para los niños.


La delegación llegó a las 8 de la mañana del sábado y se hospedó en el Regimiento de Paracaidistas 14 de Córdoba, "donde nos trataron súper bien y nos sentimos en casa. Los chicos estaban fascinados con el lugar, se sacaban fotos con los soldados, con el tanque. También había muchas mamás que no conocían Córdoba, así que fue un sueño compartido con sus hijos", valoró.

Luego de un buen desayuno, comenzaron a producirse para estar impecables en el concurso y sobre el mediodía partieron hacia el estadio ubicado en el centro. 


"La gente de la organización también hizo que los niños se sintieran super cómodos; y cuando ellos vieron ese polideportivo súper grande, ya estaban alucinados, nerviosos, felices... Creo que todos lloramos de verlos ahí, porque son chiquitos pero se hicieron gigantes en ese momento", se explayó la orgullosa profe, que saltó de alegría con toda la delegación cuando anunciaron su distinción.


"Recién habían terminado y ya estaban pensando cuándo podían volver. Disfrutaron cada momento, las coreos de los otros grupos... Nunca fueron pensando en un premio, sino en compartir, en conocer. De repente nos encontramos con la Revelación y fue muy emotivo para nosotros como profes y como padres, porque tenemos una nena de cinco años que baila en el grupo", agregó Rivero. 

Sueño cumplido. Luego de varios meses de preparación -y de actividades para recaudar fondos- la delegación sanjuanina se midió en siete coreos en Córdoba. ( fotos Gentileza Ayekantun )

Una vez que concluyó el certamen, el equipo celebró en el Parque de Diversiones, luego hubo una rica comidita en el Regimiento y a la cama, porque al otro día debían volver a subir al cole, no para regresar todavía, sino para pasear un poquito más: los llevaron a conocer Carlos Paz y La Falda; donde saborearon los tradicionales alfajores cordobeses. Y de ahí sí, el regreso a casa, viaje donde había tanta adrenalina que muy pocos pegaron un ojo.


"A cada niño le dieron una medalla con su certificado, eso fue hermoso. Creo que se la sacaron para bañarse y se la volvieron a poner, así que venían con ella en el colectivo y caímos a la Villa con las medallas en el cuello", rió la profe y bailarina. Hasta fueron a la escuela con la presea y los compañerito aplaudieron y los felicitaron, al tiempo que ellos contaban su gran aventura.


"La gente comparte nuestros posteos en las redes, nos preguntan cómo nos fue, qué hicimos, nos felicitan... El hecho de que lo lográramos, y a pulmón, ha sido muy gratificante. Creo que ha sido una revolución muy linda en el Valle, que muestra que con sacrificio, los sueños se cumplen. Una experiencia hermosa que no vamos a olvidar nunca", concluyó Ceballes.