Una explosión, previsiblemente producida por una bomba, causó ayer once muertos y más de un centenar de heridos en hora punta en el metro de Minsk, capital de Bielorrusia, país hasta ahora inmune a los atentados terroristas.
Ayer, "en torno a las 17.54, tuvo lugar un atentado terrorista en la estación de metro "Oktiábraskaya". Al respecto, se ha iniciado un proceso penal", aseguró Andréi Shved, fiscal general adjunto bielorruso, según la agencia oficial Belta.
Previamente, fuentes de las fuerzas de seguridad citadas por la agencia rusa Interfax indicaron que "las señales externas y la naturaleza de las heridas recibidas por los damnificados hablan precisamente de un atentado". La explosión ocurrió en el vestíbulo de la céntrica estación "Oktiábraskaya" poco antes de las 18.00 hora local (12.00 en Argentina), cuando en sus andenes se encontraban dos trenes repletos de viajeros.
"No descarto que nos hayan podido traer este "regalo" del exterior. Pero tenemos que mirar adentro. Los culpables deben ser encontrados", aseguró el presidente del país, Alexandr Lukashenko, tras visitar el lugar la explosión para depositar un ramo de flores.
Bielorrusia, con 9,4 millones de habitantes, es uno de los países más estables y seguros de la región, en gran medida debido a sus fuerzas de seguridad, las únicas que aún conservan el acrónimo soviético, KGB. Lukashenko, reelegido en diciembre pasado en unas controvertidas elecciones, ordenó a las fuerzas de seguridad que revisen todos los arsenales y almacenes con municiones, según informaron las agencias rusas.

