El Gobierno del presidente de EEUU, Barack Obama, anunció ayer la suspensión temporal de la deportación de cientos de miles de niños y jóvenes inmigrantes en situación ilegal, una medida con la que puede reconquistar el voto hispano con vistas a lograr la reelección en noviembre.

No es justo expulsar a cientos de miles de jóvenes con talento que ‘son estadounidenses de corazón‘ y han hecho ‘contribuciones extraordinarias‘ al país, subrayó Obama en la Rosaleda de la Casa Blanca en la que justificó el cambio en la política de deportaciones anunciado ayer por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

El objetivo de la decisión de ayer, contenida en una ley ejecutiva del DHS que entrará en vigor de inmediato, beneficiará sobre todo a la población hispana. Los inmigrantes indocumentados que podrían beneficiarse deben probar que llegaron a EEUU cuando tenían menos de 16 años, que han residido en este país durante al menos cinco años antes de este anuncio y que se encuentran en el país a día de hoy.

Fuente: Efe