Cerca de 4.000 bomberos, apoyados por vehículos terrestres y medios aéreos, luchan contra las llamas. Hay destrucción y muerte.

Los grandes incendios desatados el fin de semana en el centro y norte de Portugal han provocado la muerte de al menos 39 personas, incluyendo un bebé de un año, lo que hace de 2017, por lejos, el año con más muertes por incendios forestales en el país europeo. El fuego vuelve a enlutar a Portugal cuatro meses después de que un incendio estival matara a 64 personas en una sola noche. El total de muertos en lo que va del año, de 102, es muy superior al anterior récord anual de 25 muertos, de 1966.

Los distritos donde se han registrado las víctimas son Coimbra, Guarda, Castelo Branco y Viseu, todos en el centro del país, escenario de más de 500 fuegos desatados el domingo.

El gobierno portugués del primer ministro António Costa decretó ayer tres días de luto nacional, a partir de hoy.

Un bebé de un año figuró entre los 39 muertos. El cadáver del niño fue encontrado cerca de Tabua, unos 200 Km al norte de Lisboa. Los cuerpos de los padres fueron hallados en las proximidades.