Decidida a tomar todas las medidas que sean necesarias para contener el brote de coronavirus que ya se cobró la vida de 41 personas y se expande por cuatro continentes, China decidió ayer suspender los viajes organizados dentro de su territorio y al extranjero para intentar contener la epidemia de neumonía causada por el nuevo virus.


En este sentido, el presidente Xi Jinping admitió que la situación es "grave" pero que se puede "ganar la batalla".


La epidemia que ya suma unos 1.300 contagios, encendió las alarmas en todo el mundo "se está acelerando" y coloca a China en una "situación grave", reconoció Xi Jinping en su segundo comentario público sobre la crisis sanitaria que atraviesa el gigante asiático. Aunque afirmó que el país puede "ganar la batalla" contra el coronavirus.


"Mientras tengamos firme confianza, trabajemos juntos, (haya) prevención científica y curas, y políticas concretas, seremos capaces, con seguridad, de ganar la batalla", sostuvo Xi, en un encuentro de la élite del partido comunista.


A partir de este lunes, las agencias de viaje no podrán vender reservas de hotel o viajes a grupos, explicó CCTV. Varios casos de contaminación en Asia, Europa y EEUU se deben a personas procedentes de China, donde la epidemia comenzó en diciembre.


La medida se suma a la suspensión de los transportes terrestres desde y hacia la capital, en medio de los festejos por el Año Nuevo chino. Además, el gobierno chino decidió desplegar al ejército y construir un segundo hospital de emergencia para los infectados por este virus, que ya ha llegado a Europa y Australia.


El virus ya está presente en cuatro continentes. Europa registró sus primeros tres casos el viernes, en tres personas que viven en Francia y que habían estado recientemente en Wuhan.


Australia confirmó además cuatro casos el sábado, todos ellos en personas que acababan de volver de China. En Asia hay varios países afectados y en EEUU un segundo caso se confirmó el viernes.