GIUSEPPE CONTE M5S

Giuseppe Conte, un profesor de derecho de 54 años, será el próximo premier italiano. Lo anunció Luigi Di Maio, jefe político del M5s al término del coloquio con el presidente Sergio Mattarella. "Estamos plenamente satisfechos del trabajo. En los próximos días esperamos que se pueda iniciar este nuevo recorrido para la República. Fueron 80 días en los cuales valió la pena tomar el tiempo para que finalmente nazca la tercera República", afirmó.



Conte es una cara nueva en la política. Este italiano del sur, de 54 años, es profesor universitario en Florencia y Roma. No ocupa un escaño en el Parlamento, pero pertenece al círculo del M5S. Entró en contacto con el partido por primera vez hace cuatro años y lo considera un "laboratorio político fantástico e increíble". 
 

Tanto el líder de la Liga, Matteo Salvini, como el jefe del M5S, Luigi Di Maio, que querían ser primeros ministros, acordaron finalmente nombrar a una tercera persona. Al parecer, Conte es una figura aceptada por los dos partidos. 
 

La formación de Gobierno en Italia es vista con preocupación por varios países de la UE dado que tanto la Liga como el M5S apuestan por tomar distancia de la unión. La coalición afirma que quiere colocar los intereses nacionales en el centro de la escena. Sin embargo, expertos en economía ven como poco reales las ideas de fuertes reducciones de impuestos o volver atrás con una reforma jubilatoria debido a las altas deudas que tiene el país. 
 

La confrontación con Bruselas parece ya segura tan solo por el posible apartamiento de la política de recortes. Además, otros temas de política exterior, como el deseo de aligerar las sanciones contra Rusia, parecen prometer ásperas discusiones. 
 

El M5S se convirtió en las elecciones del 4 de marzo en la fuerza más votada con el 32 por ciento de los sufragios. El partido, fundado por el excomediante Beppe Grillo, está a favor de luchar contra el establishment y nuclea posiciones tanto de derecha como de izquierda. 
 

La Liga, en tanto, se transformó bajo su jefe Salvini en un partido del norte de Italia que buscaba separarse del sur, al que considera pobre, en un movimiento nacional xenófobo. La Liga ganó adeptos especialmente con la crisis de los refugiados y promete aplicar mano dura contra los migrantes.