Una vez más fuera de todo protocolo, el papa Francisco descansará este sábado en una cárcel. Será en el penal de San Vittore, de Milán, tras una recorrida que hará de cerca de tres horas en la institución del norte italiano y que incluirá un almuerzo con cerca de 100 detenidos.



Francisco tiene previsto un reposo de cerca de 30 minutos en la habitación que suele usar el capellán de la prisión, Marco Recalcati, confirmaron los organizadores de la visita en el canal católico Tv2000, de acuerdo con lo informado por el sitio El Sismógrafo.



El Papa pidió que no sea una visita formal, sino que sea un momento para poder conversar con los detenidos y pidió saludarlos “uno por uno”, según anunció en un encuentro con la prensa el responsable de comunicación de la visita Davide Milani. Además del almuerzo, Francisco se encontrará con el resto de los casi 400 reclusos en el patio de la prisión, donde recibirá sus cartas y regalos y entrará en algunas celdas, en la primera visita de un Pontífice a la cárcel milanesa en funcionamientos desde 1879. 



La visita a esa ciudad italiana iniciará a las 8.30 del sábado en la “Casa Blanca” de la parroquia de San Galdino, para encontrar a los residentes, luego se dirigirá al clásico Duomo de la capital de la moda, donde encontrará a los ministros ordenados en diversas órdenes religiosas, y luego rezará el tradicional Ángelus.



Por la tarde, tras el almuerzo y el descanso en la prisión, irá en automóvil al Parque de Monza, donde saludará a los fieles allí reunidos; celebrará un breve encuentro con los Obispos con-celebrantes y con los organizadores de la visita, y celebrará la misa.



Antes de despedirse y regresar a Roma con un vuelo desde el aeropuerto milanés de Linate, el Santo Padre se trasladará al Estadio de San Siro donde se encontrará con los jóvenes que recibirán la Confirmación, junto a sus padres y padrinos.