El Papa cerró ayer con la decisión de no renovar al cardenal Gerhard Müller al frente de un
importante cargo vaticano una semana clave en la que también se conoció el alejamiento, en principio temporal, de su ministro de Economía, George Pell, implicado en un caso de pederastia.

Francisco releva al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe al cardenal alemán Müller, conocido por sus posiciones doctrinales conservadoras y sitúa además en su lugar, destacado en
la Curia, a un arzobispo español, también jesuita como el propio Papa, Luis Francisco Ladaria Ferrer. La Santa Sede precisó que el pontífice agradece a Müller ‘a la conclusión de su mandato quinquenal‘ al frente del dicasterio (ministerio vaticano), conocido en el pasado como Santo Oficio.