El hombre armado que ingresó a dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, asesinó a al menos 49 personas y dejó más de 20 heridos. Portaba una cámara en la cabeza con la que grabó y transmitió en vivo la masacre por Facebook Live durante 17 minutos.

La policía hizo un llamado a los habitantes de la ciudad, en el centro del país, a no salir a las calles mientras realizaba las operaciones de búsqueda y captura de sospechosos, que se han saldado con la detención de cuatro personas, una de ellas el hombre que realizó la transmisión.

El tirador, identificado como Brenton Tarrant, un australiano de 28 años, escribió un manifiesto en internet en el que da las razones del ataque.

Allí alaba a los autores de otras masacres y justifica las mismas como una "toma de posición contra el genocidio cultural y étnico". Por las inscripciones en los rifles y cargadores que utilizó, su ideología ensalza a quienes combatieron al Imperio Otomano y a quienes cometieron matanzas similares a suya en los últimos años.

Cerca a las 1:40 p.m. el atacante ingresó a la mezquita Masjid Al Noor Mosque, en centro de Christchurch, y empezó con un fusil semi automático de alto calibre a disparar indiscriminadamente contra los feligreses.

Durante los 17 minutos que duró la transmisión del video, se pasea de un lado al otro de la mezquita. Luego escapa en el auto y en la huida atropella a una persona.

El testigo Len Peneha asegura que vio a un hombre vestido de negro ingresar a la mezquita Masjid Al Norr y luego escuchó decenas de disparos, seguidos de personas que salían aterrorizadas del lugar.

Peneha, quien vive a un lado de la mezquita, dijo que el agresor salió del templo, dejó caer lo que parecía ser un arma semiautomática frente a su cochera y escapó. El testigo ingresó a la mezquita para intentar ayudar.

"Vi muertos por todos lados. Había tres en el pasillo, en la puerta de entrada y dentro de la mezquita", comentó. "Es algo increíble. No entiendo cómo es que alguien pudo hacerles esto a estas personas, a cualquiera. Es ridículo".

Dijo que ayudó a unas cinco personas a recuperarse dentro de su casa. Señaló que una de ellas sufrió heridas leves.

"He vivido al lado de la mezquita durante unos cinco años y las personas son grandiosas, son muy amigables", comentó. "Simplemente no lo entiendo".

Indicó que el agresor era de raza blanca y utilizaba un casco con un tipo de dispositivo en la punta -podría ser la cámara que utilizó para la transmisión en vivo-, dándole una apariencia militar.

La policía detuvo a cuatro sospechosos. Sin embargo, aún no ha revelado sus identidades ni detalles sobre el ataque.

El The New Zealand Herald reportó un segundo tiroteo en la mezquita Linwood Masjid.

El testigo Mark Nichols dijo al diario que escuchó unos cinco disparos y que uno de los feligreses respondió a la agresión con un fusil o escopeta. Nichols dijo que vio a dos personas que fueron sacadas en camilla frente a su taller automotriz, y que ambas parecían con vida.

Nueva Zelanda sólo ha tenido un puñado de tiroteos masivos en su historia.