Si bien no mencionó ningún país, el papa Francisco hizo un llamado para mantener "el diálogo y el autocontrol", en medio de las tensiones en Oriente Medio, tras la oración del Ángelus en la plaza de San Pedro en el Vaticano.

"En numerosas regiones del mundo se siente una atmósfera terrible de tensión", declaró el Papa, saliéndose del texto del discurso distribuido antes, en lo que parece una alusión a las tensiones entre Estados Unidos e Irán.

"La guerra solo trae la muerte y la destrucción. Invito a todas las partes a mantener encendida la llama del diálogo y del autocontrol y prevenir las hostilidades", agregó. El pontífice instó de este modo a la comunidad internacional a "evitar la sombra de la enemistad", en un momento de creciente tensión entre Estados Unidos e Irán, aunque no mencionó este caso concreto en su llamamiento a la pacificación.

Tras su breve alocución, Francisco pidió rezar en silencio durante unos instantes con este propósito a los cientos de fieles que le escuchaban desde la plaza de San Pedro.

El Papa fue informado y sigue con preocupación la escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán, que escaló después de la operación estadounidense que mató en Irak al poderoso general iraní Qasem Soleimaní.

Ayer sábado publicó un nuevo llamamiento a la paz en su perfil oficial de Twitter en nueve idiomas, entre ellos el inglés y el árabe. "Debemos creer que el otro tiene nuestra misma necesidad de paz. No se logra la paz si no se la espera. ¡Pidamos al Señor el don de la paz!", escribió.

El nuncio en Irán, monseñor Leo Boccardi, informó al Papa sobre estos acontecimientos y afirmó que sigue "con aprensión" la situación, según recoge el portal de noticias de la Santa Sede.

El diplomático pontificio señaló que la posición del Vaticano es un llamamiento a "bajar la tensión, llamar a todos a la negociación y a creer en el diálogo conscientes de que, como la historia siempre ha demostrado, la guerra y las armas no son la solución".

Por su parte, el obispo auxiliar de Bagdad, Shlemon Warduni, pidió al mundo rezar por la paz en estos momentos "críticos, muy difíciles" provocado "solo por intereses personales".

Preguntado por cómo está viviendo la comunidad cristiana estos momentos, aseguró que "todos tienen miedo de que se esté yendo a una guerra", algo que sería a su parecer "una cosa tremenda".