"Estemos atentos a todas las situaciones de injusticia y a las nuevas formas de explotación... Estemos atentos frente a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares. Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en regla. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias", dijo con énfasis el papa Francisco en su último mensaje en tierra chilena.

Jorge Bergoglio aprovechó el contexto que le otorgó Iquique para hablar de uno de los problemas globales más urgentes: la precariedad de la vida de los inmigrantes.

Iquique es una de las ciudades con mayor cantidad de inmigrantes de Chile porque, justamente, es el paso de frontera más activo. "Iquique es tierra de sueños, tierra que ha sabido albergar a gente de distintos pueblos y culturas que han tenido que dejar a los suyos, marcharse. Una marcha siembre basada en la esperanza por obtener una vida mejor, pero sabemos que va siempre acompañada de mochilas cargadas con miedo e incertidumbre por lo que vendrá", dijo el Papa para contextualizar su mensaje. 

El foco que le dio a su última homilía era previsible por el lugar elegido. Y no es la primera vez que dedica palabras para la situación de los inmigrantes en el mundo. "Iquique es una zona de inmigrantes que nos recuerda la grandeza de hombres y mujeres; de familias enteras que, ante la adversidad, no se dan por vencidos y se abren piso buscando vida. Ellos, especialmente los que tienen que dejar su tierra porque no encuentran lo mínimo necesario para vivir, son ícono de la Sagrada Familia que tuvo que atravesar desiertos para poder seguir con vida", aseguró.

Pidió "puertas abiertas"

En su mensaje, instó a los chilenos a recibir a los inmigrantes y ayudar. "Como María, busquemos aprender a estar atentos en nuestras plazas y poblados, y reconocer a aquellos que tienen la vida "aguada", que han perdido -o les han robado- las razones para celebrar...Como los servidores de la fiesta aportemos lo que tengamos, por poco que parezca. Al igual que ellos, no tengamos miedo a dar una mano, y que nuestra solidaridad y nuestro compromiso con la justicia sean parte del baile o la canción que podamos entonarle a nuestro Señor", dijo Francisco.

Los pasos fronterizos de Iquique reciben gran parte de las corrientes de inmigrantes de otros países de América Latina, principalmente de Perú, Bolivia, Colombia y también Haití, Venezuela y Cuba. "Aprovechemos también a aprender y a dejarnos impregnados por los valores, la sabiduría y la fe de los inmigrantes traen consigo sin cerrarnos a esas tinajas llenas de sabiduría e historia que traen quienes siguen arribando a estas tierras. No nos privemos de todo lo bueno que tienen para aportar", agregó.

La misa realizada en Playa Lobito representa el cierre de la visita oficial del papa Francisco a Chile. Su recorrida por el país trasandino tuvo una repercusión menor a la esperada en las calles, aunque no por eso dejó de ser masiva la respuesta del pueblo chileno. Los cuestionamientos a la iglesia de ese país por el encubrimiento de casos de abusos sexuales puede haber sido, según analizan, uno de los motivos.

Francisco sigue su gira en América Latina con un viaje a Lima, donde llegará hoy mismo.