Bajo fuego. Un grupo de jóvenes palestino que estaba quemando neumáticos socorren a uno de sus pares heridos por el fuego enemigo de las fuerzas israelíes. La imagen se repetía por todo Cisjordania y Gaza.

Dos palestinos murieron ayer en el llamado "día de ira" y más de 360 resultaron heridos por disparos de soldados y bombardeos israelíes en el llamado "día de ira", una de las mayores protestas en Cisjordania y la Franja de Gaza desatadas hasta ahora por la polémica decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

En las principales ciudades de Cisjordania manifestantes quemaron neumáticos y tiraron piedras a soldados israelíes, que respondieron con gas y balas de goma, luego de abandonar las mezquitas tras participar de las plegarias de los viernes, el día sagrado musulmán, informó el Ejército.

En Ciudad de Gaza, la mayor ciudad de la Franja de Gaza, en paralelo, miles de palestinos marcharon por las calles para repudiar a Trump y quemaron banderas estadounidenses e israelíes.

En la Franja los llamados a los fieles a protestar se escuchaban en los altavoces de las mezquitas. Hamas ha convocado a un nuevo levantamiento palestino como las llamadas "intifadas" de 1987-1993 y 2000-2005 que provocaron la muerte de miles de palestinos y más de 1.000 israelíes.

Otra gran manifestación se registró en la franja en el este de la ciudad de Khan Yunis, en la frontera con el sur israelí, cuando miles de palestinos se acercaron a ese límite militarizado para reclamar la soberanía de su pueblo en Jerusalén, la ciudad que ellos también reivindican como su capital.

Esa protesta terminó en represión y, según informó el Ministerio de Salud de Gaza, un palestino de 30 años falleció y otros 34 resultaron heridos, todos por disparos, la mayoría en la parte inferior del cuerpo.

De los heridos, sólo uno está internado en un estado de extrema gravedad, agregó el comunicado del ministerio.

Horas después, un segundo palestino, de 54 años, falleció cuando la aviación israelí bombardeó la Franja de Gaza, en respuesta al lanzamiento de cohetes contra el sur de su territorio, que, en cambio, no provocaron heridas ni daños.

Se trató del segundo día de intercambio de cohetes y bombas, y la escalada militar ya hace temer una nueva ofensiva israelí sobre Gaza, la que sería la cuarta en menos de una década.

Al caer la noche y antes de que Israel comenzara a bombardear Gaza, la Media Luna Roja había informado que a lo largo del día atendió a más de 360 personas: 69 de ellas con heridas de bala de fuego, más de 270 por balas de goma y 22 por golpes. Además, 726 palestinos se intoxicaron por inhalación de gases lacrimógenos.

En Jerusalén este, miles de fieles palestinos también se manifestaron, aunque pacíficamente, frente a la sagrada mezquita de Al Aqsa, ubicada en la Ciudad Vieja, sede de las tres grandes monoteístas del mundo.

Las horas posteriores al rezo masivo del mediodía en la mezquita de Al Aqsa transcurrieron en calma y con una importante presencia policial. El imán de Al Aqsa dijo durante su sermón que la ciudad "seguirá siendo musulmana y árabe"."Todo lo que queremos de los líderes árabes y musulmanes es acción, no declaraciones de denuncia", dijo el sheikh Yousef Abu Sneineh ante unos 30.000 fieles.

Tras salir el río de fieles que acude cada viernes al rezo, las calles de la Ciudad Vieja quedaron medio vacías y en calma, así como los barrios adyacentes, al contrario de lo que sucedía en la última crisis de julio pasado cuando tras los rezos se registraban enfrentamientos violentos entre grupos de palestinos y fuerzas de seguridad israelíes. Organizaciones políticas palestinas habían llamado a realizar multitudinarias manifestaciones contra la decisión de Trump al igual que Hamas.

Mueren catorce cascos azules

Las fuerzas de paz de Naciones Unidas están de luto tras la muerte de al menos catorce "cascos azules" en la República Democrática del Congo, en un ataque que se ha convertido en el peor de su historia reciente. "Se trata del peor ataque contra las fuerzas de paz de la (Organización de las Naciones Unidas) ONU en la historia reciente de nuestra organización", denunció ayer el secretario general, António Guterres.El jefe de operaciones de paz de las Naciones Unidas, Jean-Pierre Lacroix, confirmó que los fallecidos ascienden a 14 y los heridos a 53.