Las 90 personas a bordo de un avión de Aerolíneas Etíopes que cayó ayer al Mediterráneo minutos después de despegar desde Beirut, en medio de mal tiempo, habrían muerto. Más de 16 horas después de que el avión cayera al mar y ya en medio de la noche, las autoridades perdían la esperanza de hallar sobrevivientes y los esfuerzos se enfocaban en recuperar los cuerpos de los pasajeros aún sujetos a los asientos y las cajas negras del vuelo. Autoridades libanesas confirmaron la recuperación de 24 cadáveres.
El presidente ejecutivo de Aerolíneas Etíopes, Girma Wake, dijo que había hablado con autoridades libanesas, quienes no confirmaron que hubiese sobrevivientes.
El vuelo ET409, un Boeing 737-800, que se dirigía a Adís Abeba, desapareció del radar unos cinco minutos después de su despegue a las 02:37 hora local, en medio de una tormenta con truenos y fuertes lluvias. El Ejército libanés dijo que el avión se destrozó en el aire antes de sumergirse en el mar embravecido. Testigos describieron el impacto como un "relámpago que iluminó todo el mar" y una "bola de fuego’.