El papa Francisco pidió ayer a la Iglesia dejar atrás las "rutinas desgastadas" y salir al encuentro de la realidad, en la apertura del Sínodo de los obispos, el organismo de consulta eclesial que hasta octubre de 2023 debatirá sobre la necesidad de escuchar y abrir nuevos caminos creativos en la evangelización.

"Dios no habita en lugares asépticos y tranquilos, lejos de la realidad, sino que camina a nuestro lado y nos alcanza allí donde estemos, en las rutas a veces ásperas de la vida", dijo el pontífice ante gran parte de los obispos del mundo, así como representantes de las iglesias locales reunidos en la basílica de San Pedro, en el Vaticano. En ese marco, Jorge Bergoglio señaló: "Todo cambia cuando somos capaces de encuentros auténticos con Él y entre nosotros. Sin formalismos, sin falsedades, sin maquillajes", según reprodujo Europa Press. "El Espíritu nos pide que nos pongamos a la escucha de las preguntas, de los afanes, de las esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación. Y también a la escucha del mundo, de los desafíos y los cambios que nos pone delante. No insonoricemos el corazón, no nos blindemos dentro de nuestras certezas", agregó. Así, el Papa instó a dejar a un lado las "cerrazones".