El papa Francisco este sábado encabezará desde el Vaticano un rezo global por el fin de la pandemia de coronavirus que unirá a santuarios de todo el mundo, incluido el de la Virgen de Luján.

El pontífice encabezará un rezo del Rosario para pedir "ayuda y socorro" a la Virgen frente a la pandemia, anunció el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en un comunicado.

La ceremonia, convocada para las 17.30 de Roma (12.30 en la Argentina), estará conectada al mismo tiempo con los mayores santuarios de los cinco continentes, como Lourdes (Europa); Inmaculada Concepción (Estados Unidos); Elele (Nigeria) y el de Luján y Milagro (Argentina), entre otros.

Monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, que organizó esta oración, en diálogo con Vatican News explicó el valor de la iniciativa. "El valor es mantener el mundo unido, nuestras familias, rezar en nuestros hogares, redescubrir lo importante que es que el rosario se rece en nuestros hogares, junto con nuestras familias. El Papa estaba muy contento con esta iniciativa. De hecho, participará directamente, y con él habrá realmente miles de santuarios conectados en ese momento, en particular 40 santuarios dispersos en diferentes países", remarcó.

Además, durante la oración, que presidirá Francisco desde la Gruta de Lourdes, en los Jardines Vaticanos, el estará rodeado de varias personas símbolos de la lucha contra la Covid-19.

Así, habrá un médico y una enfermera, como testigos del personal sanitario que trabaja en primera línea en los hospitales; una persona curada y otra que perdió a un familiar, en nombre de todos aquellos que fueron alcanzados personalmente por el coronavirus; un sacerdote, un capellán de hospital y una monja enfermera, por todos los sacerdotes y religiosos cercanos a los afectados por la enfermedad.

También acompañarán a Jorge Bergoglio un farmacéutico y una periodista, que representan a todas las personas que trabajan durante el período de la pandemia; así como un voluntario de Protección Civil con su familia, en nombre de todos los que trabajan para hacer frente a esta emergencia. 

También estará Jacopo (nombre en italiano), un niño de apenas un mes de edad como signo de esperanza y de la victoria de la vida sobre la muerte, ya que nació durante el período más dramático de la pandemia. "Jacopo es el que da esperanza, es el que nos hace entender que la vida continúa y siempre continuará, porque el hombre está hecho para la vida, está hecho para vivir", dijo monseñor Fisichella.