Al menos once personas murieron y 41 resultaron heridas hoy en ataques con bombas contra tres iglesias en Surabaya, la segunda mayor ciudad de Indonesia, accionar que fue atribuido por las autoridades a un grupo vinculado a la milicia terrorista Estado Islámico (EI).

Las explosiones se registraron durante las misas del domingo y con diferencia de pocos minutos en la iglesia católica de Santa María, alrededor de las 7:30, luego en una iglesia pentecostal y una tercera en un templo protestante, reportó la agencia de noticias DPA.

El hecho se produce menos de 24 horas después de que un terrorista, en pleno centro de París, mató con un cuchillo a un hombre de 29 años e hiriera a otras personas. El Estado Islámico se adjudicó el ataque.

La agencia de inteligencia nacional considera que el grupo Jemaat Ansharud Daulah (JAD), vinculada al EI, está detrás de los ataques, aunque aún no fue reivindicado.

El líder de este grupo, Aman Abdurrahman, está siendo juzgado en Indonesia por un ataque de 2016.

"Habían planificado atacar objetivos policiales el 11 de mayo, pero como la policía estaba preparada, eligieron objetivos alternativos", señaló Wawan Purwanto, vocero de la agencia de inteligencia a la emisora Metro TV.

Surabaya, capital de la provincia de Java Oriental, es la segunda ciudad más grande de Indonesia, con más de 2,6 millones de habitantes.

Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo, sufrió varios atentados por parte de milicianos islamistas desde 2000, cuando 18 personas murieron en ataques coordinados contra iglesias en Nochebuena.

La policía también fue un objetivo frecuente de ataques tras una gran operación contra los islamistas tras los atentados de 2002 en la isla de Bali, que mataron a 202 personas.

La condena de Francisco

El papa Francisco pidió hoy "que cesen las acciones violentas" y convocó a los sentimientos "de reconciliación y fraternidad", tras el ataque a las tres Iglesias en Indonesia.

"Estoy particularmente cercano al querido pueblo de Indonesia, en modo especial a las comunidades cristianas de la ciudad de Surabaya, duramente golpeadas por el grave ataque contra lugares de culto", sostuvo hoy el pontífice al rezar la oración del Regina Coeli en el Vaticano. "Elevo mi oración por las víctimas y sus familiares", agregó Francisco.

"Juntos invocamos el Dios de la paz para que haga cesar estas violentas acciones, y en el corazón de todos encuentren espacio no sentimientos de odio y violencia, sino de reconciliación y de fraternidad", finalizó el sumo pontífice al condenar el ataque en la segunda ciudad del país asiático, donde reside la mayoría musulmana más grande del mundo.