"Si guardamos las vacunas para nosotros, y si no las compartimos, habrá tres problemas principales: uno, un fracaso moral catastrófico; dos, eso permitirá a la pandemia continuar causando estragos; y tres, una recuperación económica muy lenta", advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus.

"Así que es un error moral, no ayudará a detener la pandemia y no devolverá los medios para ganarse la vida. ¿Eso es lo que queremos? ¡Depende de nosotros!" , lanzó el director general, en rueda de prensa informa la agencia AFP.

El jefe de la OMS recordó que los países desfavorecidos necesitaron "10 años" para tener acceso a los medicamentos contra el VIH y, para la epidemia de H1N1, los más pobres tuvieron acceso a la vacuna "pero después de que la epidemia había terminado".

Advirtió nuevamente contra el nacionalismo en el suministro de las vacunas, explicando que hoy el mundo "es una aldea global" y que hasta que las vacunas no hayan permitido contener la pandemia en todas parte, nadie estará seguro. 

Las declaraciones del jefe de la OMS se producen en un contexto de escasez de algunas de las vacunas más eficaces en el mercado, para disgusto de los países ricos, que han tenido que frenar o incluso suspender sus campañas de vacunación, provocando el malestar de la población.