¿Poder ilegal? La asunción de Maduro es cuestionada porque en los comicios del 20 de mayo de 2018, en los que fue reelecto, no participó la mayoría de sus adversarios, muchos de los cuales estaban presos o inhabilitados

En medio de fuertes críticas internas, de la región, de la comunidad internacional, y desafiando el cerco diplomático liderado por EEUU, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, inició ayer un segundo mandato hasta el 2025, que importantes gobiernos del mundo ven como "una dictadura".

El gobierno de Donald Trump consideró la asunción de Maduro como una "usurpación ilegítima" del poder, en tanto la OEA, La Unión Europea, Argentina y otros tantos país desconocen su gobierno y piden elecciones libres.

En la ceremonia de asunción frente al Tribunal Superior de Justicia y acompañado solo por un puñado de presidentes, Maduro recordó al prócer Simón Bolívar y a su mentor político, el fallecido presidente Hugo Chávez, en una sala repleta de funcionarios, jefes militares e invitados internacionales.

"Juro por el libertador Simón Bolívar y los ejércitos libertadores de nuestra América, juro por el legado de nuestro amado comandante Hugo Chávez, por los niños y las niñas de Venezuela (...) que cumpliré y haré cumplir todos los postulados de la Constitución", dijo el mandatario de 56 años, con su mano izquierda elevada frente al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno.

"No daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma", prometió el jefe del Estado, de traje oscuro y corbata roja, acompañado por su esposa, Cilia Flores.

El éxodo de 3 millones de venezolanos genera emergencia humanitaria en países vecinos.

Lo acompañaron en la ceremonia solo los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Cuba, Miguel Díaz Canel; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Nicaragua, Daniel Ortega, y Osetia del Sur (un país no reconocido por la ONU), Anatoli Bibílov.

Maduro prestó juramento ante la máxima corte del país porque la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, fue despojada de sus poderes desde que el partido gobernante PSUV perdió el control legislativo en 2016, una medida que reforzó las críticas al presidente de gobernar con estilo autocrático.

Para los líderes opositores, la ceremonia de ayer mostró internacionalmente a Maduro como un dictador tras elecciones en mayo del año pasado en la que la mayoría de los partidos de oposición no participó ante la falta de garantías, y que fueron consideradas por algunos gobiernos del mundo como una farsa.

Después del acto, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, calificó de ilegítimo a Maduro y pidió a las Fuerzas Armadas que "desconozcan" al mandatario porque no fue "producto del voto popular".

Mientras Guaidó se dirigía a las fuerzas armadas, en la academia militar de Caracas los oficiales realizaron un juramento de "lealtad y subordinación absoluta" al jefe de Estado.

Con el apoyo militar, una oposición fracturada que no logra articularse, y una campaña incesante contra rivales ideológicos, Maduro enfrenta pocos obstáculos en casa pese a sus bajos niveles de aprobación.

Desde Estados Unidos, el Departamento de Estado condenó la "usurpación ilegítima" del poder por parte de Maduro y dijo que seguirá usando toda su capacidad económica y diplomática para presionar por la restauración de la democracia.

Maduro aseguró en un discurso posterior al juramento que es "un presidente demócrata, de verdad, profundo, de una cultura de base" y volvió a acusar a EEUU de "liderar un golpe e Estado" contra su país.

También dejó fuertes críticas para los líderes de Europa a los que acusó de "intolerancia" y "racismo".
"Párate ahí, Europa, basta de agresiones contra Venezuela. Unión Europea, respeta a Venezuela.
Unión Europea o la historia te cobrará esta deuda", dijo Maduro.

Los venezolanos viven agobiados por una recesión que ya lleva cinco años y una astronómica hiperinflación -el FMI estima que será de 10.000.000% en 2019- que se traduce en la escasez de productos básicos, frecuentes cortes en los servicios de agua y luz, ausencia de transporte público y suministro de gas doméstico. Hoy un salario mínimo no alcanza para comprar un cartón de huevos. Por eso, en su mayoría, las calles de Caracas lucieron desiertas en la jura del nuevo mandato de Maduro.