
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó este lunes a una Constituyente "popular" para redactar una nueva Carta Magna, cuyos integrantes serán elegidos por sectores de la sociedad y no por voto universal.
"Convoco al poder constituyente originario para lograr la paz que necesita el país, para derrotar el golpe fascista, una Constituyente ciudadana, no de partidos políticos. Una Constituyente del pueblo", dijo Maduro, ante miles de seguidores congregados en el centro de Caracas por el Día del Trabajador.
Para el diputado a la Asamblea Nacional por la Unidad en el Estado Monagas, José Antonio Mendoza, "esta nueva amenaza atenta en contra de un pueblo que eligió a sus diputados de manera democrática y ahora pretenden implementar una constituyente comunal al mejor estilo cubano". "Es la decisión final de un golpe de Estado contra la democracia y contra la Constitución" aseguró, por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges.

Mientras tanto, decenas de miles de opositores, vestidos con camisetas blancas y levantando pancartas en que se leían "el cambio es indetenible", se volcaron hoy nuevamente a las calles en Caracas para protagonizar una nueva jornada de protestas contra el gobierno, que entran a su segundo mes.
Otros miles de opositores, que intentaban marchar por algunas avenidas del oeste, fueron bloqueados por centenares de guardias que les lanzaron gases lacrimógenos para evitar que avanzaran hacia el centro de la ciudad donde se desarrollaba una movilización oficialista.
De este modo, el gobierno y la oposición volvieron a medir fuerzas en el marco del Día Internacional del Trabajo, en medio de un clima de alta tensión política y creciente espiral de violencia que generan preocupación en la comunidad internacional, la cual aboga por una salida negociada a la crisis. Las protestas, desde fines de marzo, han dejado un saldo de 29 muertos y centenares de heridos.