El miedo y el horror permanecían ayer en Oriente Medio, tras unos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza que provocaron al menos 42 muertos palestinos, entre ellos 10 niños y 12 mujeres.

Se trata de la cifra diaria de muertos más elevada desde el inicio de este nuevo ciclo de violencia, que ya ha causado la muerte de 192 palestinos, entre ellos 55 niños, y más de 1.200 heridos, según el último balance palestino.

Estos recientes bombardeos elevan la sensación de temor en la franja palestina que soporta la actual escalada bélica, que alcanzó ayer su séptima jornada.

Las más de cuarenta víctimas fatales "son todas civiles", y hay al menos 50 heridos, "en su mayoría mujeres y niños", afectadas por un bombardeo contra cinco edificios del barrio Rimal de la ciudad de Gaza que el ejército israelí atacó el sábado por la noche "sin previo aviso", denunció el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf Al Qedra.

Los servicios de emergencias del enclave buscaban a docenas de personas atrapadas entre los escombros de los inmuebles atacados, agregó el Ministerio de Sanidad.

La muerte. La otra cara de la tragedia. A pocas cuadras del rescate milagroso el dolor se adueña de rescatistas y familiares de un niño alcanzado por el caos de las explosiones. Diez niños murieron el domingo en la Franja de Gaza.

Los recientes ataques sobre la ciudad de Gaza fueron los más intensos desde el inicio de la escalada y se centraron en gran medida sobre el vecindario de Rimal, en la parte oeste de la urbe, dijeron testigos sobre el terreno.

Los ataques israelíes consistieron en 50 bombardeos en menos de 15 minutos e incluyeron la residencia del líder del grupo islamista Hamás en el enclave, Yahya Sinwar, que no estaba en la vivienda.

Palestinos que trabajaban para limpiar los escombros de un edificio destruido por los ataques aéreos recuperaron los cuerpos de una mujer y un hombre.

"Estos son momentos de horror que nadie puede describir. Como si un terremoto golpeara el área", dijo Mahmoud Hmaid, un padre de siete hijos que estaba ayudando en los esfuerzos de rescate.

Al otro lado de la frontera, en la ciudad israelí de Ashkelon, Zvi Daphna, un médico cuyo vecindario ha sido alcanzado por varios cohetes, describió un sentimiento de "miedo y horror".

Diez personas han muerto en Israel, entre ellas ocho por impacto de proyectiles y dos mujeres que cayeron cuando corrían a refugiarse. A su vez, más de 270 israelíes han resultado heridos.

Esta nueva escalada del conflicto en Oriente Medio estalló el 10 de mayo pasado tras el lanzamiento desde Gaza de una andanada de cohetes contra Israel en "solidaridad" con los cientos de palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, sector palestino ocupado por Israel desde 1967.

Los choques en la explanada, tercer lugar santo del islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén este, debido, sobre todo, a la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos judíos en un barrio de la Ciudad Santa.

Las hostilidades se extendieron a Cisjordania, un territorio palestino también ocupado por Israel desde 1967, donde los enfrentamientos con el Ejército israelí hace menos de una semana causaron 19 muertos palestinos.

En la Franja de Gaza, el balance de fallecidos no dejaba de aumentar mientras los rescatistas se esforzaban por sacar los cuerpos de entre los escombros, ante la mirada horrorizada de los familiares. Varias decenas de heridos fueron evacuados al vecino Egipto: tres convoyes, con 263 palestinos heridos a bordo, cruzaron el puesto de Rafah hasta la región egipcia del Sinaí del Norte, indicaron fuentes médicas y funcionarios, para ser atendidos.

El pedido del Papa

El papa Francisco calificó ayer de "terrible e inaceptable" la pérdida de vidas inocentes en la escalada de violencia entre Israel y los grupos islámicos que gobiernan la Franja de Gaza y alertó que este nuevo ciclo del conflicto puede recrudecerse. "Hago un llamamiento a la calma", resaltó.

Matan a un atacante
 

Fuerzas israelíes abatieron a disparos a un conductor palestino que ayer domingo embistió su auto contra un puesto de control policial, hiriendo a seis oficiales, en un conflictivo distrito de Jerusalén, dijo la policía. El incidente ocurrió en Sheikh Jarrah, en Jerusalén Oriental.

Derrumbe trágico en sinagoga

Los servicios de emergencia evacuan a uno de los heridos. Dos fieles murieron en el derrumbe y 5 están graves.


Al menos dos personas murieron y más de 160 resultaron heridas en un derrumbe de las gradas de una sinagoga de Givaat Zeev, una colonia israelí cercana a Jerusalén, informó ayer el servicio de emergencias Magen David Adom. "Tras incidente en Givat Zeev las unidades de ambulancia evacuaron a 167 heridos", precisó el servicio de emergencias. Según el texto, cinco personas se encuentran en estado grave y diez en estado de media gravedad.

Centenares de fieles se habían reunido en la sinagoga para festejar el Shavuot (Pentecostés) cuando las gradas cedieron ante el peso de los asistentes. Horas antes, un vocero de Magen David Adom, había informado que médicos y personal sanitario habían aportado asistencia a unos 60 heridos, incluyendo diez graves, pero la cantidad de personas afectadas por el derrumbe ascendió rápidamente.Según la fuente, la estructura del establecimiento estaba "en construcción". "Estaba prohibido rezar en este edificio", añadió por su parte el comandante de la policía de Jerusalén, Doron Tourgeman.

En las primeras imágenes difundidas por los medios israelíes, se veía cómo la grada del fondo de la sinagoga, en la que decenas de hombres rezaban, se quebraba en solo unos segundos, provocando un gran movimiento de la multitud.