El presidente de EEUU, Barack Obama, partió ayer hacia Brasil, la séptima economía del mundo y la primera

etapa en una gira por América Latina que la Casa Blanca ha descrito como "emblemática".

La Casa Blanca otorga especial importancia a este viaje, a pesar de que se produce en una difícil coyuntura internacional, dada la situación que vive Japón tras el terremoto de hace una semana y la crisis de Libia.

El mandatario estadounidense partió anoche de Washington, acompañado de su familia, para llegar hoy a Brasilia, donde tras una ceremonia de bienvenida le aguarda una intensa reunión bilateral con su colega brasileña, Dilma Rousseff.

Washington quiere aprovechar el enorme potencial económico de la relación bilateral con un país que se ha convertido en la séptima potencia económica y cuyos intercambios comerciales con EEUU se han doblado en la pasada década.

Después de que China haya superado a EEUU como principal comprador de las exportaciones brasileñas, Washington quiere recuperar la iniciativa y está interesado, según ha indicado la Casa Blanca, en desarrollar la colaboración en especial en infraestructuras -en especial a la vista de las inversiones que Brasil tiene previstas para las Olimpiadas y el Mundial de Fútbol- y energía.

Brasil cuenta con reservas de petróleo que equivalen al doble de las estadounidenses, y encara la perspectiva de convertirse en exportador neto. Además, los presidentes abordarán la colaboración en energía nuclear.

Aunque EEUU asegura que una de las grandes vertientes del viaje es fomentar la creación de empleo en su territorio y apuntalar su recuperación económica, la conversación con Rousseff no se limitará a estos aspectos.

Obama buscará destacar la importancia que otorga a Brasil en un discurso que pronunciará el domingo, ya en Río de Janeiro, en un lugar emblemático de la ciudad que la Casa Blanca aún no ha querido develar

La gira presidencial continuará el lunes en Santiago, donde se reunirá con el mandatario chileno, Sebastián Piñera, para tratar de cuestiones económicas y, sobre todo, la cooperación en el ámbito de la energía nuclear para lo cual firmarán un acuerdo.

Precisamente ayer, Chile y EE.UU. suscribieron un acuerdo en este sentido titulado "Memorándum de entendimiento y cooperación relativo a la utilización de energía nuclear con fines pacíficos", que ha suscitado críticas por parte de la oposición al Gobierno de Piñera.

En la última etapa, El Salvador, Obama tiene previsto reunirse con el presidente Mauricio Funes para tratar de asuntos como la inmigración, la creación de oportunidades económicas en ese país centroamericano y la seguridad ciudadana.