Miles de manifestantes regresaron ayer a las calles de la capital de Colombia, en el tercer día de protestas contra las políticas económicas y sociales del Gobierno del presidente Iván Duque, después del toque de queda que rigió la noche del viernes por los disturbios y saqueos en diferentes zonas de la ciudad.
Grupos de personas, principalmente jóvenes, fueron dispersados por gases lacrimógenos, mientras videos en las redes sociales mostraron al menos a un manifestante gravemente herido recibiendo técnicas de reanimación por parte de médicos arrodillados cerca de lo que parecía ser sangre.
En algunas vías en el sur de la capital de más de siete millones de habitantes transitaron caravanas de vehículos blindados del Ejército, así como soldados y policías en motocicletas, mientras algunos conductores de automóviles hicieron sonar sus bocinas y levantaron sus brazos en respaldo a los patrullajes.
Reuters
