El Superior Tribunal de Justicia, tercera instancia penal de Brasil, redujo de 12 años y un mes a 8 años y 10 meses la condena por corrupción contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que podría acceder al arresto domiciliario a partir de septiembre próximo a partir del nuevo cálculo.

"No esperaba nada de este juicio porque lo que quiero es un juicio justo", dijo Lula al recibir el fallo, comentó el diputado Emidio de Souza, quien lo visitó en prisión.

Lula, que cumple la pena desde el 7 de abril de 2018, ya anticipó que apelará este fallo ante el Supremo Tribunal Federal, máxima corte del país.

El Superior Tribunal de Justicia no desestimó los argumentos del juez de primera instancia que condenó a Lula, Sérgio Moro, ni del tribunal de Porto Alegre que corroboró y amplió la condena.

El proceso corresponde a una condena por poseer en forma oculta un apartamento de la empresa OAS, contratista de Petrobras.

El STJ no analizó las pruebas del proceso, en el cual el propio Moro reconoció que no hay vínculos entre la corrupción en Petrobras y el departamento atribuido a Lula, pero resolvió que hubo "hechos indeterminados" que lo llevaron a esa convicción.

Lula está condenado por otro caso, el de una quinta en Atibaia, Sao Paulo, reformada por Odebrecht y OAS, propiedad de su amigo Jaco Bittar, también al que se vincula con favores en contratos durante su presidencia.