El expresidente brasileño Michel Temer se entregó ayer a la Policía Federal en San Pablo a raíz de un pedido de captura en la causa en la que se lo acusa de comandar una asociación ilícita que durante 40 años recaudó al menos 420 millones de dólares en sobornos y financiación ilegal de campañas.

El expresidente está sospechado concretamente de recibir sobornos en 2014, cuando era vicepresidente en el gobierno de Dilma Rousseff, a cambio de contratos de obras en la usina nuclear Angra 3, en el sur del estado de Río.

Temer había sido detenido por cuatro días en marzo pasado, pero logró la libertad por un hábeas corpus que fue revocado antenoche. 

La causa original es un brazo de la Operación Lava Jato en Río de Janeiro, a cargo del juez federal carioca Marcelo Bretas. Temer pidió esta vez quedar detenido en San Pablo y no ser trasladado a Río.