Más de 100 miembros de distintos equipos de rescate de España intentan rescatar este lunes a un nene de dos años y medio que se cayó el domingo al fondo de un pozo de prospección de aguaen Málaga mientras paseaba con su familia por el campo. Ese agujero es parte de un sistema de obtención de agua en una chacra privada del Cerro de la Corona, tiene 110 metros de profundidad y sólo 25 centímetros de ancho.

Fuentes del equipo señalaron a El País que el trabajo se está realizando "muy lentamente" porque se está teniendo extrema precaución para que no caiga arena o piedras al pozo.


 

En el lugar se trabajarán las 24 horas sin descanso con personal de relevo. "Cada segundo cuenta", explican los rescatistas, y a pesar de que las posibilidades de encontrar con vida al pequeño de dos años cada vez son menores, "aún no se ha perdido la esperanza".

El vocero de la Guardia Civil indicó que las opciones en las que van a trabajar son seguir extrayendo la tierra pero con un sistema más especializado, para lo que se utilizarán vehículos; hacer un segundo pozo paralelo, para lo que antes hay que entubar el primero "para protegerlo"; y probar a hacer una excavación a cielo abierto desde el lateral de la montaña. 

El vocero, además, reconoció que es "muy difícil" trabajar en un espacio tan pequeño y que no se sabe "a qué altura está el niño", detallando que a 73 metros, que es a la profundidad a la que se ha llegado, "una cámara térmica no tiene capacidad de trabajar porque no sabemos el tapón la profundidad que tiene" y se desconoce "lo que hay al final del pozo".