Los policías del estado brasileño de Espirito Santo no aparecieron hoy en sus puestos y la región continuaba abatida por una ola de delincuencia, más de un centenar de asesinatos y multitud de saqueos.

Según los términos del acuerdo, del cual la AFP obtuvo una copia, firmado en la noche del viernes con las autoridades locales, los policías y bomberos militares se comprometieron a retomar sus tareas este sábado por la mañana. Pero la situación seguía sin cambios.

“Conversamos con nuestros soldados y pedimos sentido común y que retomen las actividades. Son más de cien los muertos”, afirmó el secretario de Derechos Humanos de Espírito Santo, Julio Cesar Pompeu, en declaraciones recogidas por la estatal Agencia Brasil.

 

En el acuerdo, que no recoge las reivindicaciones salariales de los agentes y que fue el disparador del conflicto, el gobierno si se compromete a realizar las promociones de los policías que lo merezcan por ley -y que aún no disfrutaban de su nueva categoría-, así como a formar una comisión para revisar la carga horaria de los trabajadores.

 

En la reunión, sin embargo, no participaron representantes de los familiares, en su mayoría mujeres, que desde hace una semana bloqueaban la salida de los cuarteles en reclamo de mejores salarios y condiciones laborales para los uniformados, que por la Constitución no tienen derecho a hacer huelga.

 

La protesta dejó las calles de Vitoria, la capital de Espírito Santo, así como de varias ciudades de este estado del sudeste de Brasil, sin patrullaje durante siete días.

 

Aunque el gobierno federal desplegó tropas de la policía militar para contener la situación, se reportaron más de un centenar de asesinatos desde que empezó la huelga, así como saqueos y agresiones. 

 

Fuente: Clarín