Fue un comienzo arrollador del Barcelona que se mostró dinámico, activo, presionando en todos los sectores, encontrando espacios y mostrando un juego esperanzador para sus fans. En esa tromba inicial de fútbol, el conjunto culé se puso en ventaja con un penal de Lionel Messi, por una falta contra él, apenas 3 minutos de comenzado el encuentro.

Los siguientes 15 fueron igual de intensos, con el conjunto visitante replegado en su campo y aguantando las embestidas del equipo de Koeman que generó varias ocasiones. Messi, Ansu Fati y Antoine Griezmann tuvieron oportunidades claras, pero no pudieron convertir por lo que dejaron con vida al cuadro ucraniano.

Con el correr del tiempo, el Dinamo se acomodó y pudo haber empatado el partido, pero se encontró con Marc André Ter Stegen, quien tuvo una gran actuación en la primera parte y salvó a su equipo.

En el arranque del complemento, el Dinamo festejó el empate en un tiro de esquina, pero el juez de línea invalidó la acción argumentando que la pelota había salido de la cancha cuando volaba hacia el área. Antes de los 10 minutos, Ter Stegen volvió a salvar al Barcelona al ganarle un mano a mano al delantero Supriaha, que le había ganado con facilidad a De Jong.

Los problemas del Barcelona se solucionaron a los 64 minutos, cuando Ansu Fati llegó por izquierda y lanzó un centro perfecto para que Gerard Piqué, que apareció como centrodelantero, convierta de cabeza y celebre el 2 a 0.

El elenco ucraniano tuvo su premio a falta de 15 minutos, cuando ya había tenido varias. En un contragolpe Ter Stegen se volvió a lucir con una tapada, tras un anticipo de Verbic, pero el rebote fue capturado por Tsygankov, quien empujó el balón a gol.