Luchadores. Los chicos de la escuelita del Barrio Lebenshon no aflojan pese a los problemas

 

No ha sido fácil este último tramo para la Escuelita de Fútbol. Decisiones llevaron a que los recursos y elementos que hacían funcionar todas las semanas a la escuelita que tiene más de 30 chicos entre los 6 y 12 años fueran retirados, puso en peligro la continuidad de la misma. Pero el amor por los chicos y la idea de entregar mucho de lo que el fútbol le dio en su momento de jugador activo, llevó a que Oscar Sosa se decidiera seguir. "Fue duro quedarnos de un día para el otro con casi nada. Devolvimos todo al municipio y sólo quedaron algunas pecheras viejas y pelotas muy usadas. Pero los mismos chicos no querían que dejemos. Estamos los lunes, miércoles y viernes pero además los martes y jueves en la Villa Salvador. Hay muchas ganas y lo hacemos absolutamente gratuito. Entrenamos con lo que hay, les enseñamos como podemos y tenemos el respaldo de las familias".