
Con Juan Martín Del Potro como figura destacada, los cuatro tenistas campeones de la Copa Davis y todo el cuerpo técnico, llevaron el festejo y las réplicas de la Ensaladera de Plata desde Ezeiza hasta los balcones de la Casa Rosada, reservada para hechos históricos.
En el medio hubo una caravana en un colectivo descapotado que tomó por sorpresa a los oficinistas y transeúntes del centro de Buenos Aires, especialmente a aquellos que pasaban por el Obelisco y la avenida Corrientes, muchos de los cuales dejaron por un momento su apuro para compartir la celebración que con baile, canto, bandera y gorro, había en lo alto del móvil. También la recepción del presidente Mauricio Macri en el Salón Blanco, donde recibió y se puso una camiseta autografiada por Del Potro, Federico Delbonis, Guido Pella, Leonardo Mayer y el capitán Daniel Orsanic y puso al equipo como ejemplo del ‘trabajo en conjunto‘ que ‘en estos momentos necesita el país‘ dijo.
‘Muchas gracias por venir‘, fue la gentil apertura que hizo Daniel Orsanic, un hombre practicante de los buenos modales que dispuso que frente al auditorio en la conferencia de prensa en Ezeiza no faltara ni uno de los integrantes del equipo. Consumado ya el encuentro de los tenistas con algunos de sus familiares en un VIP previo al encuentro con la prensa a sala llena, todos se subieron a la tarima.
Argentina estrenará el título recibiendo a Italia en febrero próximo.
Del Potro, claro está, fue el más requerido, resaltando el ‘logro histórico‘ y dando por seguro que ‘todo el mundo quería que Argentina ganara la Copa‘ por la pasión y porque es la que tiene la ‘mejor hinchada‘, esa que desacartonó el deporte blanco. ‘Es el mejor año de mi vida en los emocional, en lo tenístico y por eso quiero disfrutar lo que resta todavía‘, dijo acariciando la réplica de la Davis, a la que suma la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río y entre las dos competencias las victorias sobre el 1 y 2 del mundo.
