De Barreal a la mítica ciudad holandesa de Wassenaar, en la frontera con La Haya. En ese pueblo donde reside la princesa argentina Máxima Zorreguieta, allí se instaló hace unos días el hockista sanjuanino Agustín Bugallo. El barrealino rescindió contrato con el Pinoké de Amsterdam y jugará la temporada 2020-2021 para el HOC Gazellen-Combinatie, también conocido como HGC.

Mientras esa parte del mundo va volviendo a la normalidad tras la pandemia, Bugallo se prepara para encarar un nuevo desafío. Sabiendo de la postergación de los Juegos Olímpicos para el próximo año en donde es casi seguro que el sanjuanino tendrá su lugar representando el seleccionado argentino, el hockista buscará ganarse su lugar en su nuevo y prestigioso club.

Bugallo cuenta con un oro en los Juegos Odesur y oro en los Panamericanos de Lima.

En el HGC juegan las hijas de los príncipes Guillermo y Máxima y es una institución que aspira siempre a lo alto con el equipo de Primera masculino, eso fue lo que sedujo al jugador de la selección nacional: "Me interesó mucho el proyecto que tienen, cuentan con un técnico de renombre como Paul van Ass, quien es como Retegui en la Argentina, con muchos títulos bajo el brazo junto el seleccionado. Es un club que aspira a salir campeón, jugar play offs, y jugar la Euro Hockey que es el torneo de clubes más importante de Europa", le comentó ayer a Diario de Cuyo el barrealino.

En el HGC jugará junto a otro argentino: Maico Casella: "Es muy bueno tenerlo como compañero de equipo, en los viajes con el seleccionado somos compañeros de habitación y ahora ayuda mucho porque habla español, así que estoy muy contento", expresó el barrealino. Hace unas semanas que comenzó a entrenarse con sus nuevos compañeros, tres veces por semana, luego el club les dio dos semanas de vacaciones y cuando retornen, a fines de este mes, comenzará la pretemporada fuerte. "Estoy muy motivado y con muchas ganas porque es un nuevo desafío, un club importante con serias aspiraciones y espero poder ganarme mi lugar", contó el sanjuanino que a sus 25 años y muy lejos de su Barreal natal, sueña con dejar registrado su apellido en el hockey holandés.