Pura sonrisa fue ayer el ciclista sudamericano que integraba la segunda línea en la lista de favoritos y que hoy en Verona puede convertirse en el ídolo máximo del deporte de Ecuador.

Entrando tercero en la penúltima etapa, que ganó el español Pello Bilbao (Astana), el ciclista ecuatoriano Richard Carapaz (Movistar) comenzó a escribir su nombre entre los ganadores del Giro de Italia.

Al sudamericano del equipo español que viste la casaca de líder desde hace seis días no se le cayó ningún galón a la hora de ayudar a su compañero y original líder del conjunto telefónico, Mikel Landa, para que intentara ganar el parcial y sumar más segundos de bonificación en su lucha por entrar al podio contra el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) quien -por ser un eximio contrarrelojista- era el favorito de muchos para quedarse con la victoria final.

Bilbao quebró en los últimos 50 metros a Landa en la lucha por la victoria del parcial de 194 kilómetros entre Feltre y Croce d"Aune-Monte Avena. Ellos lideraron la media docena de hombres que hicieron una luz sobre el "fantasma" del esloveno que para ganar la carrera necesitara algo parecido a un milagro.

Carapaz al que Nibali definió anteayer como un "sólido líder" se aseguró llegar a la última etapa, la crono de 17 kilómetros de Verona, portando la "maglia rosa", con 1m54s de ventaja sobre el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida). Su compañero Landa que ascendió al tercer puesto provisional lo sigue a 2m53s y Roglic está a -largos- 3m06s.

Analizando friamente los números salta a la vista que, salvó algún imponderable, nadie le quitará a Carapaz la "Corsa rosa". Con solo mantener un ritmo sostenido el ecuatoriano no debería tener inconvenientes en convertirse en el héroe máximo del deporte de su país.

La última etapa, una contrarreloj individual de 17 kilómetros por el Circuito Torricelle, escenario mundialista, con salida y llegada en la ciudad de Verona, por la jerarquía del ciclista sudamericano y la capacidad de su equipo quedó sumida a una lucha por el segundo y tercer escalón del podio. 

Empleándose a fondo Roglic puede aspirar a desbancar a Landa (lo separan 13 segundos). Nibali, por su parte, debería tener un día horrible para perder 1m12s con el esloveno.

El ecuatoriano llega a la crono final con gran ventaja sobre sus rivales.