En un campeón siempre hay puntos salientes. Se puede hacer un podio de los más destacados y en Argentina el uno durante los seis partidos disputados (todas victorias) lo ocupó justamente quien lleva ese número en la camiseta: Juan Manuel Carrión. El arquero de Bancaria resultó clave con sus atajadas, principalmente, cuando es más importante: en la semifinal contra España y en la gran final ante Italia. Con sus piernas, guantes e incluso con el casco pudo salvar a la albiceleste en más de una oportunidad, como hizo en el juego del viernes ante la Furia Roja cuando la selección se tambaleaba y perdía 0-2. Incluso, ya con el 3-2 para los europeos llegó otro momento de lucimiento. En el segundo escalón se ubica al mendocino Francisco Torres. El número 4 siempre intentó desde sus ganas, siendo ante España fundamental porque aportó sus goles cuando la historia venía muy torcida. No sólo desde lo hockístico, sino en lo anímico lo suyo fue vital. Mientras que tercero aparece el capitán, Giuliano Giuliani, con su desequilibrio individual y aportando goles clave. Otro jugador con enorme futuro que ya está en el hockey de élite en Europa.