Boca Juniors, seis veces campeón de la Copa Libertadores de América, asumirá hoy su primer gran desafío del año cuando reciba a Corinthians, un grande de Brasil pero con una asignatura pendiente a nivel internacional, en la primera de las dos finales que animarán ambos equipos.
El partido de ida de la definición "copera" tendrá como escenario a "La Bombonera" a partir de las 21.50, contará con el arbitraje del chileno Enrique Ossés y lo televisarán Canal 13 y la señal de cable Fox Sports.
Boca, tras finalizar cuarto en el Clausura y con la definición de la Copa Argentina pendiente para agosto (la jugará ante Racing Club), asumirá su décima final de la Libertadores con la consigna de no fallar, ya que se trata del gran objetivo del club, en su intento de regresar rápido a los primeros planos a nivel internacional.
En ese contexto, el entrenador Julio Falcioni perdió a uno de sus soldados, el recio zaguero chaqueño Juan Manuel Insaurralde, quien se lastimó un tobillo y le dejó su lugar a Matías Caruzzo, este último en su mejor versión desde que se sumó al club procedente de Argentinos Juniors.
Los demás, encabezados por su capitán y símbolo, Juan Román Riquelme, están todos a disposición de Falcioni, con sus puntos más fuertes y confiables como el arquero Agustín Orión, el defensor Rolando Schiavi, el ariete uruguayo Santiago Silva y el delantero Pablo Mouche, el goleador del club en el semestre.
Claro que enfrente Boca encontrará un equipo aguerrido, muy táctico y con carácter, además de un aceitado sistema defensivo que apenas recibió tres goles en toda la Libertadores, incluida la fase de grupos y los playoffs.
El equipo paulista tiene a un entrenador experimentado como Tité, quien dirigió a un ídolo boquense como Carlos Tevez, y ahora diagramó una formación compacta, en la que sobresalen Danilo, Alex y Emerson, más un arquero confiable como Cássio.
Respecto de Emerson, marcó el gol en el triunfo sobre Santos por 1 a 0 en la primera semifinal y luego fue expulsado en el mismo partido, de manera que reaparecerá ante Boca (ocupará el lugar de William) y se trata de un delantero de cuidado, ya que tiene gran remate y "olfato" goleador.
Será una final cerrada, como suele suceder con una definición de la Libertadores, entre un Boca que volvió a tener presencia a nivel internacional y un equipo que marcha invicto y quiere conquistar el trofeo, ya que su único título a nivel internacional fue el Mundial de Clubes que ganó en su país en 2000.

