Uno se imagina que a los chinos les gusta el fútbol. Sí, es cierto, les gusta. Pero del nuestro son pocos los que lo conocen. Los chinos son más bien "europanizados". ¿Qué es esto? Conocen mucho del fútbol europeo. De sus clubes. De su historia. De sus jugadores. Pero de los nuestros casi nada.

Para ir por partes. No es común, pero se ven bastante camisetas del Barcelona, del Real Madrid, del Manchester City, del Milan o del Inter. Pero encontrarse con una camiseta de un club de la Argentina, casi nunca. Es más: ni siquiera de la selección. El otro día, caminando por una de las Universidades nos topamos con dos jóvenes que orgullosamente llevaban camisetas del equipo nacional argentino. Uno, la tradicional. Otro, una alternativa.

La pregunta obligada fue por qué la llevan puesta. El chico que tenía la camiseta albiceleste trató de hacerse entender con un inglés básico. "I like colors" (me gustan estos colores), dijo. No porque conociera mucho del fútbol argentino sino que le dijeron que en ese país se juega bien al fútbol y porque le llamaron la atención los colores. "¿Messi? Sí, juega muy bien. Es el mejor del mundo. Pero no conozco a otro. Y Messi juega en el Barcelona. Yo lo conozco de ahí", es la traducción de lo que trató de explicar el estudiante de ingeniería de nombre Yon.

La pregunta obligada fue, entonces, si conocen a Tevez, por ejemplo, que está jugando en un equipo de un lugar cercano a Nanjing. "No, no sé quién es. ¿Es como Messi o mejor que él? Tendríamos que conocerlo si es tan bueno. Acá hay muchos jugadores buenos y alguna vez seremos los campeones del mundo", se ilusionó el más charlatán.