Segundo. Lucas Alario no perdona y cuando más desorientado estaba Boca, el goleador de River puso el 2-0 parcial que parecía definir el superclásico pero Boca alcanzó a descontar y en el complemento, la categoría Millonaria definió la historia.

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Buenos Aires, Télam

River Plate se quedó con un triunfo inolvidable ante el líder Boca Juniors por 3 a 1, se apropió de un Superclásico vibrante, por la 24ta. fecha del Campeonato de Primera División, y de paso le puso pimienta al certamen en la puja por los primeros puestos. Los goles de River fueron convertidos por Gonzalo Martínez, Lucas Alario y Sebastián Driussi, mientras que Fernando Gago descontó para Boca.

El Superclásico no defraudó a nadie, fue emotivo, vibrante, cambiante, con llegadas en ambas áreas y momentos clave para determinar un ganador, como la doble tapada del arquero de River Augusto Batalla a dos minutos del final, cuando Driussi aún no había liquidado el partido.

River fue mejor en la primera etapa y a pesar de la temprana lesión de Milton Casco, supo explotar el sector izquierdo del ataque con el ingreso de Camilo Mayada y las gambetas del “Pity” Martínez.

En cada contra del Millonario se percibía la posibilidad de gol, y a pesar de que generó varias, solo pudo convertir en dos ocasiones. El primero con un remate seco y sin dejar picar en el campo del “Pity”, tras centro de Driussi, y el segundo con otro contraataque, la asistencia de Martínez a Alario y una definición del ex Colón que no encontró una resistencia floja en Rossi.

El partido estaba controlado por River, que ganaba las pelotas divididas, mientras en el mediocampo encontraba seguridad bajo la batuta de Leonardo Ponzio y el auxilio de Ariel Rojas, pero Boca descontó en el tercer minuto adicionado con el tiro libre de Gago, cuyo objetivo era un centro que terminó en gol ante una mala salida de Batalla.

El segundo tiempo, con ese gol de Boca, quedó abierto. River tuvo destellos de lo que hizo en la primera parte y Boca generó ocasiones muy importantes como la salvada en la línea de Lucas Martínez Quarta (17m) y el cabezazo de Darío Benedetto por encima del travesaño (29m).

River pudo haber liquidado antes el partido con la definición del ingresado Carlos Auzqui y luego Batalla se redimió del error en el tiro libre de Gago.

River está a 4 puntos pero debe el partido contra Atlético Tucumán en junio

El conjunto de Gallardo, quien ganó por primera vez en La Bombonera como entrenador en su partido 150, justo 100 menos de los que celebraba Guillermo Barros Schelotto, dio por finalizada una noche para no olvidar con el tanto de Driussi, en otro contragolpe que tomó a la defensa de Boca muy mal parada, como había pasado durante todo el partido.

River se fue de La Bombonera con el pecho inflado, el día que se cumplieron dos años del ataque al plantel por el gas pimienta en Copa Libertadores, con un golpe certero al eterno rival que le permite anotarse como candidato serio a pelear el torneo al cual le dio vida y lo dejó al rojo vivo con varios equipos que ya hacen cuentas. El próximo rival de River será Gimnasia, como visitante, y Boca jugará otra vez como local ante Newell’s, nada más ni nada menos.

 

Los secretos del Superclásico
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Solidez
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River Plate fue más de punta a punta. Empezó sólido y terminó mejor parado ante las dudas de un Boca que ofreció flancos débiles para que lo lastimen. Eso fue clave en la victoria Millonaria en La Bombonera que cambia todo en el torneo.

Dudas
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La contracara del convencimiento que mostró River fueron las inseguridades de un Boca que nunca pudo meterse en el partido salvo ráfagas. Logró achicar distancias con un error de Batalla pero luego no tuvo argumentos para empatarlo.
 

Merecimientos
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River fue justo ganador por lo que hizo en especial en el primer tiempo y por lo que aguantó en el complemento. Soportó el asedio de Boca con sus limitaciones a cuestas pero supo resolverlo con la frialdad del que sabe lo que quiere.

Uno por Uno

Boca Juniors

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Agustín Rossi (4): Pudo hacer más en el 2do. gol. Siempre le remataron de frente y en soledad.

Gino Peruzzi (3): Lo peor de la defensa. No ofreció seguridad y su costado se convirtió en el preferido de sus rivales para atacar. 

Santiago Vergini (3): Le costó salir del área y pagó caro ante cada pelotazo rival. Muy flojo.

Juan M. Insaurralde (4): Desentonó. Salió mal cada vez que le dieron la pelota y perdió arriba. 

Frank Fabra (4): Le costó hacer pie. Estuvo bien a la hora de soltarse y cruzar la mitad pero le resultó complicado el retroceso.

Pablo Pérez (4): Mal en la marca. Lejos de su nivel.

Fernando Gago (6): Más allá del gol, lanzó bien varias pelotas. Generó juego.

Rodrigo Bentancur (4): Empuje al principio. Luego desapareció. 

Cristian Pavón (4): Perdió cada vez que encaró en el uno contra uno a su hombre.

Darío Benedetto (5): Inquietó al fondo de River, más allá de su completa soledad en el ataque. 

Ricardo Centurión (-): Se lesionó a los 12’ y lo reemplazaron. 

Suplentes: W.Bou y W.Barrios: No pesaron.
 

River Plate

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Augusto Batalla (6): Responsable del gol de Boca pero lo equilibró con dos grandes tapadas cerca del final.

Jorge Moreira (6): Pasó bien al ataque. Sin fisuras.

Jonatan Maidana (7): Siempre atento, casi no le ganaron de arriba y controló bien a Benedetto. 

Lucas Martínez Quarta (8): Cerró de manera excelente un disparo de Bendetto y salvó a su equipo en la línea. Un muro. 

Milton Casco (-): Se lesionó al minuto y lo reemplazaron. 

Gonzalo Martínez (9): Vivió su tarde soñada. Gran definición en el tanto y una asistencia propia de su jerarquía.

Ignacio Fernández (6): Aguantó bien la pelota. Agarró la posta ante la salida de Martínez.

Leonardo Ponzio (8): El motor y termómetro del equipo. Buscó al compañero mejor ubicado. 

Ariel Rojas (6): Cortó bien y se soltó poco en ataque. Se asoció con Martínez.

Sebastián Driussi (6): Liquidó la historia con una gran definición.

Lucas Alario (7): Aprovechó la única posibilidad clara que tuvo.

Suplentes: C. Mayada, R. Mora y C. Auzqui: Cumplieron.
 

Sin palabras. En el partido más importante del año, Boca defraudó. Nunca fue el líder sólido, el que marca el paso en el campeonato y terminó derrotado por un River que siempre fue más sólido, convincente y ganador.
El mejor. El Pity Martínez demostró que la camiseta 10 de River Plate no le queda grande. Jugó, hizo jugar y abrió el camino para un triunfo enorme.