Demostrando sus cualidades de ciclista guapo, de esos que se agrandan en las más difíciles, Emiliano Contreras (Chimbas Te Quiero) logró coronar una fuga armada en los tramos finales, esos donde más duelen los ataques y se quedó con la décima edición de la Doble Cerrillo.

La prueba que organiza el Club Sergio "Payaso" Valdéz, que largó y culminó en Albardón, tuvo alternativas cambiantes desde el mismo inicio, el pelotón comenzó a dividirse en varios grupos separados por escasos metros. Luego de la primera pasada especial, frente al velódromo Vicente Chancay, en Pocito, ganada por el colombiano Johan Lesmes (Vento-Diberbol), comenzaron las hostilidades.

Pedro González (SEP), y el catamarqueño Hugo Roblés (Individual) abrieron un pequeño hueco, que cerró Sergio Aguirre (Municipalidad de Rawson). Los tres marcaron el ritmo algunos kilómetros, hasta que el pelotón, empujado por la motivación de la segunda pasada especial, en Carpintería, los fagocitó, y después de otro zamarrón quedaron 14 pedalistas. Haciendo gala de su fortaleza, Leandro Velárdez (Municipalidad de Pocito) rompió el grupo y con él se fueron Julián Díaz y Washington Roberto (ambos individuales).

Díaz ganó la pasada en Carpintería, y Roberto las tres siguientes, siendo la última frente al monumento de Antonino Aberastain, en Pocito. Hasta allí fue una carrera, con tres líderes que llegaron a tener más de 1 minuto de ventaja, diferencia que se fue esfumando a medida que transitaban el regreso.

En la misma Avenida Uñac, pisando Calle 5, ocho pedalistas armaron otra escapada, la que entró a la Ruta 40 con 1m08s, para luego ir descendiendo hasta ser neutralizada pisando suelo albardonero. Mauricio Domínguez y Rubén Ramos (Pocito), y Hugo Velázquez (Rawson) venían entre ellos.

Con el velódromo Vicente Chancay de fondo, el colombiano Lesmes se impone en la primera pasada especial de la carrera disputada ayer.

Transitando el circuito final en Albardón, faltando una decena de kilómetros, con el pelotón de cabeza, el que atacó fue Matías Pérez (GxD), raudamente respondió Emiliano Contreras y Mauricio Páez, compañero de Pérez. Entre los tres sacaron un centenar de metros de ventaja, y atrás la responsabilidad de la persecución recaía sólo en la gente del SEP, que traía a Leonardo Cobarrubia, su as de espadas, para un ocasional embalaje entre el grupo chico, de no más de una decena de pedalistas que intentaban alcanzar a Contreras.

En el instante cumbre, Emiliano aceleró y mantuvo una luz que le permitió festejar 20 metros antes de la raya.