Experiencia. Es lo que le dará Darío Cvitanich al ataque de la Academia con sus 34 años.

El delantero Darío Cvitanich se desvinculó de Banfield y se "subió" al tren que lo lleva a Racing, tal vez el último que pase en su carrera que incluye Ajax, Pachuca, Boca, Niza y Miami FC. Al delantero de 34 años se le había escapado el que lo llevaba a Núñez donde lo esperaba Marcelo Gallardo para reforzar a un River que debía afrontar las semis de la Copa Libertadores. Ahora, el nacido en Baradero no quiso dejar pasar la chance de sumarse al líder del campeonato, el equipo de Eduardo Coudet.

Cvitanich pasó ayer por última vez por el predio del Taladro en Luis Guillón. Allí se despidió de sus (ex) compañeros, juntó sus cosas y cerca de las cinco de la tarde se fue a bordo de su camioneta negra. Apenas un saludo con la ventanilla baja y ni un hincha en la puerta esperando por un autógrafo. El capitán y emblema de Banfield, el que había prometido retirarse con la camiseta del club que lo formó, se cansó de una dirigencia apática que no supo saldar las deudas (económicas y emocionales) que mantenía con el jugador. Cerca de las 19.30, el delantero apeló a las redes sociales para hacer su descargo con una extensa carta en la que dispara por elevación a los dirigentes y se despide de los hinchas: "Me costó aceptar que lo que habíamos firmado iba a ser inviable", escribió. Cuando se frustró su pase a River en 2017, la CD de Banfield le había hecho una extensión de su contrato hasta 2020, a modo de compensación. Ahora, con Lucía Barbuto en la presidencia, la distancia entre el jugador y los dirigentes se amplió. Hoy Cvitanich se realzará la revisión médica y si todo va bien por la tarde firmará su acuerdo con La Academia.

Frío frío
 

En un primer momento, Racing buscó al goleador de Godoy Cruz, Santiago García, quien finalmente no se fue al fútbol mexicano. Pero todo se complicó con los 3,5 millones de dólares que valía el Morro. Ahora, con el arribo de Cvitanich esa chance se cayó del todo.