Se trata de un volver a empezar. A sus 27 años y después de haber llegado a ser número tres del mundo en marzo del 2006, tiene que largar casi de cero. Una operación en su cadera provocó que así deba ser. Se trata de David Nalbandian, quien ayer contó que luego de esta intervención "habrá un antes y un después" en su vida profesional. Incluso, ratificó que su regreso se dará en San Juan, en la Copa Trasandina (ver aparte). Y dejó un mensaje para sus hinchas: "Quizá todo esto me haya hecho realmente bien y sirva para arrancar los últimos años de mi carrera de la mejor forma posible".
"Después de cada operación hay un antes y un después, pero la idea es volver lo mejor posible. Por ahí este parate me hace bien de la cabeza para arrancar los últimos años de mi carrera lo mejor posible", enfatizó el cordobés quien goza de la modalidad de ranking protegido por lo que actualmente se ubica en el puesto 14 del ranking mundial.
Consultado sobre su regreso y sus objetivos para la próxima temporada, apuntó destacó que "oficialmente por los puntos vuelvo en enero en Australia, pero la idea es en diciembre jugar exhibiciones para tantear cómo está la cadera y el físico para apuntarle a un torneo muy grande como Australia, que es a cinco sets y donde tengo que llegar muy bien. La primera de ellas será en San Juan". "Mi gran objetivo es volver lo mejor posible el año que viene, estar en Copa Davis y lo mejor posible en el circuito", agregó David.
Sobre la expectativa que genera su retorno y el gran presente de Del Potro, que a más de uno hace ilusionar con ganar de una vez por todas las Ensaladera de Plata, reconoció que "es muy bueno que la gente se ilusione, además el triunfo de Juan Martín en el Us Open es muy bueno, no sólo para él, sino para el tenis argentino y para las nuevas generaciones".
Por último, fue muy crítico con el calendario de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) ya que para mantenerse en lo más alto los induce a jugar demasiados torneos, y sentenció que "es una carnicería". "Llega el momento en que el físico no aguanta. El ejemplo es Rafael Nadal, que a los 23 años está destruido de las rodillas", concluyó.