Feliz. Juan Francisco Sánchez, de sólo 20 años, tuvo una sólida performance en sus programas. Cuando él nacía, el patinaje artístico argentino obtenía su primer oro. Ayer, logró el segundo de la historia en la disciplina.

El rosarino Juan Francisco Sánchez conquistó ayer la primera medalla de oro de Argentina en los XVIII Juegos Panamericanos de Lima, Perú, al ganar la prueba de patinaje artístico. Sánchez, de 20 años, se adjudicó la competencia con 91,68 puntos y se transformó en el segundo argentino en obtener una presea de oro en hombres en patín artístico en Juegos Panamericanos luego de Walter Iglesias en Winnipeg, Canadá, 1999, precisamente entrenador de Sánchez.

Con un buen programa musicalizado con Los Locos Adams, a pesar de las fallas en los saltos y algunas incomodidades en los combinados de trompos, Sánchez hizo nuevamente la diferencia en el trabajo de piso, haciendo bien alta su impresión artística, informó el sitio Argentina Amateur Deporte.

En el podio lo acompañaron el estadounidense John Burchfield y el histórico Gustavo Casado, de Brasil. De esta manera, Juan cerró un excelente año porque a este título panamericano le sumó el campeonato sudamericano y además fue sexto en el Mundial.

La otra alPanamericanosegría de la jornada del patinaje artístico fue mérito de la porteña Giselle Soler, de 22 años, quien ganó la medalla de plata en la prueba.

A su vez, el rosarino Robertino Luciano Pezzota logró la medalla de bronce en el torneo individual masculino de squash, mientras que el bonaerense Luciano Taccone ganó la medalla de bronce en triatlón.



Juega Pereyra

La sanjuanina Fernanda Pereyra, en dupla con la entrerriana Ana Gallay, afrontará hoy los cuartos de final del beach voley, desde las 9,40 (hora local). El seleccionado argentino, que finalizó primero en su grupo, se enfrentará a su par de Chile, que en octavos venció a Perú.

Un globetrotter en el básquet 3x3

El baloncesto 3x3 se estrenó ayer en los Juegos Panamericanos con un "globetrotter" en la

pista. Se trata del estadounidense Dominique Jones, un escolta de 31 años que no pudo llegar a la NBA y, tras un paso fugaz por la popular franquicia de los Harlem Globetrotters, encontró en esta nueva disciplina del básquetbol la vía para llegar a la elite y, con suerte, representar a su país en los Juegos Olímpicos de Tokio.

"Es un sueño hecho realidad", confesó tras su primer partido, donde fue la estrella con 12 puntos en el triunfo de EEUU por 21-14 sobre Venezuela.

Jones mostró pequeñas gnialidades que el público no llega a prever, de esas que solo se entrenan en los Globetrotters como pases por la espalda o movimientos pícaros que dejan a los rivales desconcertados. "Jugar para los Globetrotters fue una bendición, especialmente para mí, que soy de Harlem. Fue una gran experiencia" recordó.