Fueron poco más de 90 minutos de emoción extrema en un espectáculo increíble: el Súper Especial que cerró la primera etapa del Rally de San Juan se desarrolló en el Parque de Mayo, que desbordó de público e hizo rugir a las calles internas con el paso de los autos y las explosiones de los turbos. Pocos antecedentes tiene el Rally Argentino con tramos cronometrados de este tipo en medio de un paseo público y para San Juan se trató de un hecho inédito que una prueba de rally corra en el pulmón verde la ciudad (había antecedentes de otras categorías pero en los ‘60). La expectativa era buena y la realidad la cubrió con creces, en un circuito impecablemente presentado y con 8.000 espectadores, según la Policía de San Juan, que desafiaron al frío de la noche.

Por su parte, el ganador de la primera etapa y líder de la general fue Luciano Preto (Chevrolet Agile), quien hoy intentará mantener esa condición cuando se cierre el Rally de San Juan en Albardón y Ullum, tras una jornada dura y con varios abandonos (ver página 34).

Sobrevientes

28 Fueron los binomios que lograron largar el Súper Especial de la noche. Fue tan dura la etapa, que menos de la mitad del parque llegó con los autos enteros al SE7.



Quien se impuso en el Súper Especial del Parque de Mayo fue Javier Castro (Audi A1), con un tiempo de 1m35s5/100 para recorrer los 1.440 metros del trazado, que incluyó tres mini rotondas, en dos de las cuales los pilotos debían hacer giros de 360 grados. Además hubo una chicana armada de pastos de fardos, por calle San Luis, que obligó a los corredores a bajar la velocidad en plena recta pero a la vez le dio un toque pintoresco.

Los espectadores se acomodaron a lo largo del trazado en las zonas establecidas, mientras que las cinco tribunas tubulares que colocaron desde temprano que se completaron rápidamente. Hubo vallado y un estricto control de seguridad, pero los autos estuvieron a escasa distancia de la gente, lo que permitió sentir de cerca el intenso sonido de las máquinas, el chillido de los neumáticos lastimándose con el asfalto y el olor a caucho quemado. Además, los pilotos (especialmente los de punta) no escatimaron muñeca y a la gente le dieron lo que buscaban.

Los autos, en tanto, ingresaron a la calle que bordea el lago a toda velocidad, pasando finito por los cordones y haciendo gritar a los fanáticos. Así, se cerró una jornada histórica para el deporte motor de San Juan.

APOSTILLAS

Hasta con asado

Los asados son clásicos del automovilismo y más aún del rally. Y si bien está prohibido hacerlos en el Parque de Mayo, un kiosco frente al lago instaló un asador y vendió sánguches de punta de espalda, por lo que al inédito ambiente fierrero en el paseo no le faltó aroma de carne a la parrilla.

Desde temprano

Más de una hora antes del inicio del Súper Especial ya había tribunas sin lugar, pues los previsores llegaron temprano. El público luego fue acomodándose en las zonas de espectadores, detrás del vallado. Algunos llevaron sus reposeras y no faltaron mates, sánguches y gaseosas.

Con ganas

Hermes y Fabio García, por ahora exbinomo de rally y campeones sudamericanos en 2007, vivieron desde muy cerca el tramo, junto al lago. Los sanjuaninos dejaron la actividad tras el título de Codasur en un Fiat Bravo, pero anunciaron que trabajan en un proyecto de retorno para 2018.