Cuando ingresó a la Escuela de Fútbol de Peñarol con apenas cinco años, seguramente soñó con este salto enorme en su carrera profesional. A sus 22 años y tras una salida algo conflictiva del Bohemio, Alan Cantero tuvo su primer entrenamiento en un equipo de Primera División: Godoy Cruz. El delantero, una de las últimas joyas generadas a nivel doméstico, practicó junto al plantel del equipo mendocino en la jornada que el fútbol argentino dio un paso gigante con las vueltas a las prácticas.

En el predio Coquimbito, Alan fue uno de los 22 jugadores que empezaron con las prácticas en el equipo donde fue presentado Diego Martínez como entrenador. El atacante ya había sido testeado de coronavirus como el resto de sus compañeros en el cierre de la semana anterior y al haber dado negativo su resultado, quedó habilitado para este entrenamiento inicial donde se movió junto a otros cinco compañeros. Siempre bajo el estricto protocolo sanitario, Cantero realizó los ejercicios durante más de 55 minutos para luego retirarse a su hogar en Mendoza.

El punta, quien no respondió a los llamados de este medio, fue uno de los refuerzos que tuvo ayer Godoy Cruz. Los otros dos: el defensor Gonzalo Goñi y el volante Renzo Tesuri.

Sobre las incorporaciones realizadas, Martínez puntualizó que "estamos contento con los chicos que se sumaron y es importante que ya estén trabajando con nosotros desde el arranque".

De esta forma, Alan concretó un salto muy grande en su promisoria trayectoria: pasó de disputar el Federal A con Peñarol a la máxima categoría del país, es decir dos eslabones más arriba.

El Tomba lo venía siguiendo desde hacía un buen tiempo y el buen campeonato que hizo en el Bohemio terminaron de convencer al club que preside José Mansur. Se le realizó un contrato por dos temporadas y tienen muchas esperanzas en lo que pueda brindarles. Estará en el futbolista adaptarse cuanto antes a un ritmo y jerarquía de rivales muy distinto al que estaba acostumbrado.

Vuelta a la acción


El fútbol argentino tuvo su jornada tan esperada con el regreso a los entrenamientos, luego de casi cinco meses de parate por la pandemia del coronavirus. Ayer volvieron la mayoría de los planteles de Primera División, más Tigre, por el hecho que el Matador disputará desde mediados de septiembre la Copa Libertadores. De los grandes, Boca lo hizo en el predio de Ezeiza, donde se lo vio a Carlos Tevez (foto arriba) realizar tareas de manejo de balón. Los grupos de jugadores en todos los casos fueron de no más de seis y cada futbolista debió movilizarse en autos particulares. A su vez, todos llegaron cambiados y no se pudieron utilizar los vestuarios, tal cual marca esta primera parte del regreso.

En el caso de River (abajo a la izquierda), que también se movió en Ezeiza aunque en su propio predio, se conoció que el lateral Gonzalo Montiel dio positivo su test, aunque hoy volverá a ser analizado porque podría tratarse de un "falso positivo". Respecto a novedades, es cada vez más probable que el volante Juan Fernando Quintero siga su carrera en el fútbol chino tras llegar anoche una importante oferta. En tanto, Racing confirmó otros dos casos positivos de coronavirus, aunque el resto del plantel trabajó de manera programada. Mientras que San Lorenzo contó con la presencia de su presidente Marcelo Tinelli (abajo a la derecha).