Protagonizando una persecución que dio sus frutos a menos de dos kilómetros del final de la carrera, cuando consiguió conectar a una decena de ciclistas que comandaron la carrera durante la mayor parte de su recorrido. Tuvo tiempo solo para cambiar el aire y luego lanzar el ataque que le permitió ganar el embalaje por la medalla de oro. Rubén Ramos, el mayor de los hijos de Rubén "Polilla" Ramos, consiguió no solo consagrarse como el mejor rutero del país, sino que logró un hecho inédito en el ciclismo nacional, colocarle el mismo apellido -Duilio ganó el oro el sábado en la categoría sub-23- a los títulos de campeones nacionales de ruta.

La carrera de la categoría elite, que cerró la 107 edición de los Campeonatos Argentinos tuvo un desarrollo atractivo y mantuvo en vilo la expectativa de quien podía coronarse hasta el final. Por sus características, el circuito era para embaladores, por lo que si se llegaba en embalaje masivo, jugarían sus cartas Maximiliano Richeze (Pueblo de la Paz), Mauricio Quiroga (San Luis) y Gerardo Tivani (San Juan), quienes anduvieron sellados durante todo el transcurso de la prueba.

Pero una fuga tempranera de una docena de ciclistas donde viajaron Leandro Velárdez y Daniel Lucero por la "sanjuanina" marcó el trámite. El pelotón no se ponía de acuerdo para cerrar el hueco y Rubén Ramos salió a conectar. Logró su objetivo y como tenía más resto que los fugados se animó a ganar embalando. En el mano a mano batió al eterno Jorge Giacinti (Córdoba) y al bonaerense Lucas Gaday, los tres cruzaron la meta y el pelotón arribó una treintena de metros más atrás.