En la cancha se notó el golpe del día anterior. A los muchachos argentinos se los veía caídos anímicamente. Tanto que, en la definición por el tercer puesto, se mostraban erráticos y caían 2-0 ante el sorprendente Angola. Pero como a este grupo le sobra amor propio, se jugaron las fichas cerca del final y no sólo empataron el partido sino que después lo ganaron por penales. La Argentina se subió al podio en la Copa de las Naciones de hockey. A Europa, fue a mover un grupo de jugadores y se quedó con una posición alentadora, detrás de dos grandes. Ayer, en la final, Portugal se consagró campeón tras vencer a España por 2-1. Pero a los argentinos les quedó la bronca y el sabor amargo de sentirse perjudicados por el arbitraje que los dejó fuera de la final.
Ayer, todo se hizo difícil. Por aquello del gusto amargo y porque Angola es un equipo que complicado a cualquiera. En el primer tiempo los africanos jugaron mejor y terminaron por justificar el 1-0.
En el complemento la situación se le complicó aún más al equipo de José, porque Mendes estiró el tablero a 2-0. Pero el técnico empezó a mover el equipo y, con despliegue, la Argentina se fue llevando por delante a Angola. Y, en la recta final, la efectividad de Lucas Ordoñez selló un 2-2 que fue festejado casi con bronca. En el alargue no hubo gol de oro y, en los penales, apareció la capacidad del Turco Kenan en el arco y del Mono Velázquez para convertir.

