Besos de gol. Toni Kross saluda a la hinchada merengue, tirándole besos luego de convertir el segundo gol del Real Madrid ante el Nápoli. Se le acercan Sergio Ramos y el brasileño Marcelo. La revancha será en Italia.


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Real Madrid de España, el defensor del título, derrotó ayer por 3-1 a Nápoli de Italia, que contó con el aliento de Diego Armando Maradona en el estadio “Santiago Bernabeu”, en el partido de ida por los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa de fútbol.


Los goles del conjunto español los convirtieron el francés Karim Benzema (19m. PT), el alemán Toni Kroos (4m. ST) y el brasileño Casemiro (9m. ST); mientras que Lorenzo Insigne (8m. PT) abrió el marcador para el equipo napolitano.


Parecía que se iba a dar el batacazo del año. Es que los jugadores del Nápoli, que recibieron atentamente la arenga de Diego Maradona antes de saltar a la cancha, mostraron una tremenda concentración en los minutos iniciales. Tanto, que antes de los 10’, Insigne vio adelantado al arquero costarricense Keilor Navas y la mandó al fondo con un remate con tremenda precisión que se metió abajo, en uno de los palos.


Pero el equipo de Zidane se sacudió tras el golpe y empezó a reaccionar, arrinconando al visitante. Así, tras un centro maravilloso que cayó desde la derecha, el francés Benzema vulneró con fuerte cabezazo al equipo italiano.


Más tranquila la situación, los dos tuvieron sus oportunidades hasta el final de la etapa. Pero fue el Real Madrid el que aprovechó una al máximo. Cristiano Ronaldo desbordó por derecha y metió un centro atrás que el alemán Kross mandó al gol.


Y después, ya en el complemento, se dio el golazo de Casemiro, quien la agarró de aire cuando parecía que iba a continuar con la jugada. De ahí en más fue cosa juzgada. El Real Madrid, que siguió atacando, como que se conformó con la diferencia y ya no fue tan a fondo. Nápoli, que intento descontar, pareció ya no tener más fuerzas para hacerlo y dejó todo para el partido desquite en su estadio.


En síntesis, Real Madrid, máximo ganador de la Champions League, con 11 títulos, supo revertir una desventaja inicial y se impuso con autoridad y jerarquía.


Lo llamativo fue que el portugués Cristiano Ronaldo, el goleador histórico del certamen con 95 goles, inclusive dos más que el argentino Lionel Messi, se quedó con las ganas de convertir.


El Nápoli, con el apoyo de más de cuatro mil hinchas en las tribunas (y unos cinco mil que se quedaron en las inmediaciones del estadio madrilista), más su emblema Diego Armando Maradona, anotó de entrada, pero después pagó muy caro los errores en defensa.


El próximo 7 de marzo, en el magnífico estadio San Paolo, el Nápoli intentará revertir una serie que quedó muy compleja. El equipo napolitano deberá ganar 2-0 o por tres tantos de diferencia para avanzar a los cuartos de final de la Liga de Campeones. Si gana por el mismo resultado (3 a 1) habrá alargue y, de ser necesario, definición con penales.
 


El Diego, siempre él
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En la cancha, Diego Armando Maradona observó el partido desde la tribuna. Siempre junto a su novia Rocío Oliva y otros allegados. Se lo vio con el rostro serio desde que el Nápoli empezó a sufrir los goles del equipo local. Pero antes, había sido parte de otra historia. Una netamente “maradoniana”... Es que Diego negó que su novia lo haya denunciado por una agresión en un hotel de Madrid, afirmó que todo se trató de un “show mediático” y remarcó que está pasando “un gran momento”.


A través de un mensaje publicado en su cuenta de Facebook en castellano y en italiano, el ex futbolista dio su versión de la pelea que tuvo ayer por la mañana con su novia en el hotel Eurostar Suites Mirasierra, al que arribó la Policía Nacional de España para interrogarlo luego de que la mujer llamara a la conserjería para solicitar otra habitación.


“Quiero decirle a todos que me encuentro en Madrid, disfrutando de mi familia, y esperando el partido del Nápoli. Mi abogado Matías Morla se comunicó con las autoridades españolas. No hay ninguna denuncia y nadie le supo explicar el motivo de este show mediático. Estoy pasando por un gran momento, que la cuenten como quieran”, fue el mensaje del campeón del mundo en México ’86. Luego, por radio La Red, Morla admitió que existió una pelea en la pareja, pero dijo que fue algo “normal” y negó que hubiera existido violencia, alcohol o drogas.