"Yo siempre quise ser un ejemplo en el deporte y lo logré, jamás quise ser un ejemplo como ser humano, busquen ejemplos en su casa". La frase inmortalizada de Diego Maradona marca a la perfección lo que fue el astro en su vida. Un ejemplo como futbolista y sus logros lo avalan, pero con muchos excesos en su vida personal que lo pusieron en el tapete de la polémica siempre. Las mujeres, las drogas y el alcohol fueron el precio a la fama que el "Diez" tuvo que pagar. 


Nacido en la humildad misma en la Villa Fiorito, su noviecita del barrio fue María Esther Herman, pero cuando ambos tenían 17 años de edad y ese pibe ya gambeteaba dejando atisbos de lo que sería poco después, fue cuando decidió romper. Había conocido a Claudia Villafañe, la mujer que lo acompañaría en los momentos más importantes de su vida, ya sea jugando en Argentinos Juniors hasta su paso por Boca, por Barcelona, por Nápoles, y por supuesto cuando ganó el Mundial con Argentina en 1986.

Cuatro nietos tuvo Diego: Benjamin hijo de Giannina; Roma, hija de Dalma, mientras que Diego Matías e India, hijos de Diego Junior. 

Se casaron en 1989 y nacieron sus hijas Dalma y Giannina. Pero el éxito y la fama lo pusieron en ese difícil lugar donde resulta casi una misión imposible mantener un equilibrio sin caer en los vicios. Más de una vez, el de Villa Fiorito expresó en las entrevistas que "Claudia era la mujer de su vida" pero aún así la relación con Claudia tuvo fin en 2003 después de que la rubia le perdonara un sinfín de infidelidades. Al poco tiempo, Maradona conoció a Verónica Ojeda y Claudia, siempre intentando mantener el perfil bajo que siempre tuvo, rehizo su vida con el productor Jorge Taiana, a quien ocultó durante años. Ambos, ya abuelos de Benjamin -hijo de Gianina y Sergio "Kun" Agüero-, intentaban mantener una buena relación hasta que unas fotos de Taiana con Benjamín provocaron el enfado del "Pelusa" y la guerra comenzó. Diego la demandó por irregularidades en la división de bienes gananciales, por la compra de casas en Miami cuando aún estaban casados, por tener camisetas que había en su casa y por fraude a la AFIP.

Pasado reciente. Con Rocio Oliva, varios años más joven que él. Diego mantuvo un relación durante 6 años. Fue la última pareja oficial del astro. 


Verónica Ojeda es otra de las mujeres con más repercusión en la existencia de Diego. Se conocieron en 2005 y muy por el contrario que Claudia Villafañe, Verónica comenzó muy pronto a ganar visibilidad pública y más aún si cabe en 2013 con el nacimiento de Diego Fernando, el único hijo de la pareja. Muchos dicen que Maradona cuando supo del embarazo, la abandonó para irse con Rocío Oliva, una joven futbolista mucho más joven que él y quien es la última mujer conocida en la vida del Pelusa. 

Si bien nunca prosperaron, Diego enfrentó denuncias por pedofilia en Cuba y violencia de género por parte de su ex, Rocio Oliva. 

  • LOS HIJOS

Además de Dalma y Giannina, fruto de su relación con Claudia Villafañe, en 1986 Maradona tuvo un hijo: Diego Junior, producto de su relación con la italiana Cristina Sinagra. Su cuarta hija es Jana, cuya madre es Valeria Sabalain, y el quinto es Dieguito Fernando, con Verónica Ojeda. Pero desde el año 2000, cuando Diego se fue a vivir a Cuba para rehabilitarse por su problema con las drogas, también tuvo una vida repleta de excesos. Tanto que en marzo del año pasado, su abogado Matías Morla confirmó la existencia de otros tres hijos más en Cuba: Joana, Lu y Javielito. A los tres Diego los reconoció económicamente aunque sólo los vio una vez en 2016. Además, el abogado develó que podría tener un noveno hijo también cubano y un décimo, Santiago Lara. 

Compinche. Guillermo Cóppola fue una de las personas más cercanas a Diego. El vínculo entre el manager y el 10 trascendió lo laboral y forjaron una amistad que, luego de idas y vueltas, habían logrado recomponer en los últimos años.
  • SU ADICCIÓN

Paralelo al genio en el campo que era Maradona, el alcohol y las drogas fluían. "Un golpe y me sentí como Superman", recuerda Maradona de su primera experiencia con la cocaína en Barcelona. 


Como jugador de Nápoli en el apogeo de su adicción, Maradona más de una vez aseguró que hacía fiestas de domingo a miércoles, pero regresaba a su casa y se encerraba en el baño para esconderse de sus hijas, que eran unas niñas pequeñas para entonces. "Una vez entré al baño en la madrugada y me golpeó la puerta Dalma, '¿Pa, puedo entrar?' me dijo y me quedé mudo, paralizado. No sabía qué decir. Era lo peor que mis hijas me vieran cómo me drogaba" aseguró el Diez en otra de sus entrevistas contando de sus adicciones. 


Frontal como fue siempre, Diego aseguró que jamás consumió sustancias para jugar. "Esos que dicen que consumen cocaína para sacar ventaja no saben nada, la droga te deja tan duro que no te podés mover", fueron otras de sus declaraciones. Los excesos con las drogas en su etapa como futbolista fueron de conocimiento público tras dar positivo en cocaína en su etapa en el Nápoles, en 1991, pero fue en el año 2000, poco después de su retirada, cuando una sobredosis de dicha droga derivó en una crisis cardiaca mientras estaba de vacaciones en Uruguay. 


Los médicos detectaron una cardiopatía severa y Maradona se marchó a Cuba, con su amigo Fidel Castro, donde estuvo internado en un largo proceso de rehabilitación. Unos años después, en 2004, Maradona recayó de su adicción y sufrió una severa crisis cardiorrespiratoria, que derivaron otra vez en una nueva internación en Cuba. 


Así, con su salud siempre en la mira con problemas hepáticos y cardiacos se mantuvo siempre Diego en la última década. Sus médicos reconocieron en este último tiempo que "estaba limpio de cocaína" pero también dijeron que sus problemas eran con el alcohol. Ayer, llegó el final para ese jugador que surgió en el potrero y la pobreza, que pagó el caro precio de la fama pero que como dijo él alguna vez, "jamás buscó ser un ejemplo en la vida".