Piña va, piña viene. Cecilia Román mete su derecha volada al pómulo de la mexicana Valeria Pérez, quien responde aunque sin tanta puntería. La sanjuanina retuvo su corona mundial por cuarta ocasión, ante cuatro mil espectadores.

Por Gerardo Alaniz y Vanessa Chaparro

FOTOS: DANIEL ARIAS / MAXI HUYEMA

El objetivo principal lo consiguió: ganar. La segunda misión seguramente quedó en deuda: lucir. La sanjuanina Cecilia Román (14-4-1) retuvo su corona mundial gallo de la FIB en fallo unánime y por puntos ante la mexicana Valeria Pérez (12-6-0, 2 ko), claramente sin una actuación sobresaliente. El corazón de la azteca y la falta de distancia de la anfitriona, que contó con el aliento de cuatro mil sanjuaninos en el Aldo Cantoni, conspiraron para que Román tuviera brillo propio. Los jueces la vieron triunfar por 96-94, 97-93 (igual que para DIARIO DE CUYO) y un inexplicable 98-92 con buenas dosis de localismo, resultaron las tarjetas.


Cecilia ganó que era lo más importante, aunque ella y su equipo técnico que encabeza ‘Paco’ Bermúdez deberán ver más allá. Sobre todo entendiendo la intención de Román de ir a defender su cetro afuera del país.


La local mostró un físico esculpido, sin un gramo de grasa. Aunque ello no le permitió prevalecer sobre Pérez, quien dio con lo justo la categoría (53,500kg) y cuyo abdomen denotaba falta de horas en el gimnasio. Pero la sanjuanina nunca le encontró la distancia a la pelea. Se prendió en cruces muy peligrosas con una rival de menor alcance y que se jugó todo a una mano que le hiciera sacar ‘un pleno’. Pese a esa falencia, cuando tuvo lucidez, Cecilia prevaleció con su juego de piernas y al entrar y salir con sus combinaciones, las cuales no abundaron.


Además, se notó una clara merma desde el aire que tuvo para combatir la sanjuanina. Hasta el quinto asalto tiró en mayor proporción que la contraria, aunque luego la historia se invirtió. 
El gancho de izquierda y la derecha volada resultaron los mejores argumentos en la ofensiva de la monarca. Se topó con una gran capacidad de absorción de la visitante que apeló todo a la pelea corta, metida siempre con la cabeza en el pecho de Román y largando sus manos sin distancia, por ende, sin potencia. 


Si bien el triunfo resultó claro, no hay que dejar de entender que ante una adversaria de mayor poder de pegada y exigencia la historia será más compleja.


El semblante pospelea a Cecilia la reflejó conforme pero no satisfecha del todo. “Estoy contenta con el triunfo, que era lo que queríamos con mi equipo”, fue su análisis.


Ahora vendrá el tiempo del descanso junto a sus seres queridos en San Juan y plantearse si es momento de irse afuera a combatir.


La tentación de los dólares siempre juega su parte. Habrá que ver qué camino decide tomar la campeona...

Impecable


La puesta en escena de esta cuarta defensa de la corona de Román resultó espléndida. El ring lució de manera impecable y tanto el piso como las cuerdas estuvieron de estreno. Un gran contexto para un buen marco de público en el Cantoni.