A los 31 años, llegó al cargo más alto del club del que fue hincha de toda la vida: Instituto La Laja de Albardón. El señero club albardonero, uno de los más prolíficos en actividad social y deportiva del departamento es conducido desde hace un mes por Alejandra Daniela Perona, una dirigente que mamó el amor por los Diablos Rojos desde chica y ahora se puso al frente persiguiendo el sueño de todos los hinchas de La Laja: la cancha propia. Alejandra trabaja en Seguridad en el Hospital Rawson y luego de cada agotadora jornada de trabajo, se multiplica en mil gestiones en la ciudad y luego regresa a La Laja para seguir bregando por su querido Instituto. Empezó como colaboradora y luego pasó a ser secretaria del club por casi 5 años hasta que le ofrecieron la chance de ser la presidente de Instituto y no lo dudó.

-¿Qué te motivó para asumir un desafío tran grande en un club donde el fútbol es su actividad principal?
-Uno tiene que sentir amor por el club. Yo creo que eso explica todo. Yo me hice hincha de Instituto por mi abuelo y desde ese momento entendí que la pasión por un club no tiene explicación posible. Uno quiere y hace lo que sea por su equipo. Yo me animé porque vi que había respaldo entre la comisión, que es de gente muy joven, y que además en el departamento encontré respuesta para lo que quería hacer, desde el municipio hasta comerciantes e hinchas anónimos del club que quieren colaborar.

-¿Cuál es el principal objetivo de tu gestión que dura dos años?
-El sueño de todos los hinchas de Instituto es tener la cancha propia. Hace un tiempo atrás se compró el terreno para construirla y hoy estamos haciendo las gestiones para conseguir que en este año que se viene La Laja pueda ser local en su propia cancha. Por el momento, está trabajando en el terreno una escuelita de fútbol pero necesitamos muchas cosas como para poder jugar reglamentariamente en la Liga Albardón-Angaco. Hicimos gestiones ante el municipio, también en la Subsecretaría de Deportes y hasta hemos llegado al Gobernador para ver si nos pueden ayudar. En diciembre además, estarán en Albardón los dirigentes de Instituto de Córdoba con el que tenemos un origen común por el ferrocarril que dio nacimiento a nuestros clubes.

-¿Además del fútbol, qué otras actividades le ofrece Instituto a su gente?
-Hemos sido precursores en el boxeo y queremos volver a tener festivales en nuestra sede social. Tuvimos también hándbol y queremos llevar el vóleibol. Estamos pensando en ofrecerles algo más a todos nuestros simpatizantes porque ellos siempre responden y la prueba está en los bailes que ya son una mrca registrada en la zona. Además, estamos organizando ahora un torneo nocturno de veteranos que rota por todas las canchas de Albardón con el solo objetivo de que todos los clubes se unan.

-¿Cómo hacés para sostener desde lo económico a un club que como todos no alcanza con el aporte de sus socios?
-Instituto es muy especial. El cariño que genera entre su gente es incondicional y pese a que el padrón de socios activos no es muy grande, todos cumplen pero además hay gente que quiere al club y que no quiere figurar para nada que siempre está atenta a lo que necesitemos para poder hacer cosas. El agradecimiento para todos ellos es muy importante pero ahora que queremos la cancha propia, vamos a necesitar de muchos más para lograr el gran sueño de todos los hinchas de Insituto.